Un fracaso social y político
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Madrid - Publicado el
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Al tiempo que el Gobierno es capaz de reconocer, aunque sea con la boca pequeña, que el sistema de detección de la violencia machista está teniendo algunos fallos, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, aseguran que el sistema Viogén funciona y protege a 40.000 mujeres, que es único en el mundo y que realiza una protección integral. Pero por mucho que intenten esconder lo que ya es imposible siquiera de disimular, la situación en España de la violencia contra las mujeres no ha hecho más que empeorar con este Gobierno, que sigue presumiendo de implantar medidas pioneras y supuestamente eficaces.
El drama de la violencia contra las mujeres es el reflejo de un fracaso social y político. Es una vergüenza que el Ejecutivo saque pecho de sus políticas cuando, sin ir más lejos varias de las últimas víctimas, estaban incluidas en el mencionado sistema de protección Viogén. Pero siendo importantísimas la gestión y las políticas concretas, que deben alejarse de las medidas cosméticas a las que desde hace tiempo nos tiene acostumbrado el Ministerio de Igualdad, la cuestión principal de este enorme drama es de mayor calado. Se trata de una cuestión que es urgente y prioritamiente educativa; un asunto que debería estar alejado de cualquier intento de partidismo político. Por desgracia, el Gobierno de España lleva tiempo haciendo justamente lo contrario y estos son los terribles resultados que deberían hacerle reflexionar para abordar el problema, en efecto, de manera integral, en lugar de seguir regando chiringuitos ineficaces que solo sirven como señuelos ideológicos para abanderar supuestas políticas de igualdad y de progreso.