LINEA EDITORIAL
Fuegos de artificio
La vacunación va bien, asegura el presidente, y la recuperación económica parece augurarle un buen otoño
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Pedro Sánchez se ha mostrado orgulloso de los logros conseguidos en su comparecencia de cierre del curso político. La vacunación va bien, asegura el presidente, y la recuperación económica parece augurarle un buen otoño. Súmese a esto que los indultos concedidos a los líderes del Procés no parecen reportarle grandes quebraderos de cabeza. La ausencia de la Generalitat en la Conferencia de presidentes es un mal menor, sobre todo porque permite a los independentistas escenificar unas diferencias con el Gobierno central que, al final, benefician a ambas partes. No hay rastro de autocrítica en la comparecencia del presidente, aunque sí un ataque cerrado contra quienes no colaboran a pies juntillas con su proyecto.
El líder popular, Pablo Casado, ha intentado bajar de la nube a un Sánchez encantado de sí mismo. Le ha recordado las cifras desoladoras de la pandemia y la profundidad de la crisis económica, así como la quiebra de confianza que supone su dependencia de quienes no creen en la Constitución y han protagonizado un intento de golpe de Estado. Además, le ha recordado sus ofertas de pactos de Estado para una ley de pandemias y para la reforma del sistema educativo, que Sánchez ha ignorado porque ha preferido siempre consolidar la llamada “mayoría Frankenstein”.
El balance de Sánchez ha tenido mucho de fuegos artificiales. Lo confía todo a la recuperación económica, pero las semillas de ruptura que su política ha sembrado seguirán produciendo daños aunque, afortunadamente, el PIB vuelva a crecer con fuerza.