El fútbol como metáfora del Domund
Ya puedes escuchar la Línea Editorial de este domingo 22 de octubre
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“Corazones ardientes, pies en camino” es el lema elegido por el Papa para la Jornada Mundial de las Misiones que se celebra este domingo. El Mensaje de Francisco se inspira en los discípulos de Emaús que, tras reconocer a Cristo resucitado en un extraño caminante, corren a Jerusalén a anunciar que han visto al Maestro. No es que el Papa espere ese estado de entusiasmo febril de forma permanente. “No todos los días de la vida resplandece el sol”, reconoce. Razón de más para que, citando a Benedicto XVI, subraye que la misión se alimenta de la Eucaristía. La misión es una labor colectiva, en la que el equipo, la Iglesia, está por encima de cada jugador, según el símil trazado por el presidente del Osasuna, Luis Sabalza, en el pregón del Domund de este año.
La elección no fue casual. Como subrayó el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, “no hay familia en Navarra que no haya tenido un misionero”. Pocos países hay con tantos vínculos y nivel de apoyo a la misión como España. Ese aire popular quedaba resaltado con un pregón que, en jerga futbolística, comparaba a los misioneros con los porteros, encargados de la defensa del pueblo que Dios les ha encomendado. O con los defensas, “escudo protector de los más vulnerables”. También con esos centrocampistas capaces de hacer “malabares”, en su caso para, con escasos recursos, “mejorar la calidad de vida de las comunidades”. Y como colofón, Luis Sabalza comparaba a los misioneros con los buenos delanteros, pendientes de aprovechar una ocasión, no para machacar la portería rival, sino para anunciar con su vida el Evangelio