Línea editorial 11/04/2022
Las interpretaciones sustituyen a los hechos
Desde la semana pasada está aprobado el plan de estudios de Bachillerato y el contenido de la asignatura de Historia ha sido objeto de una intensa polémica
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde la semana pasada está aprobado el plan de estudios de Bachillerato y el contenido de la asignatura de Historia ha sido objeto de una intensa polémica. La Academia de la Historia había hecho unas observaciones al Gobierno que no han sido tenidas en cuenta. Como bien recuerda la Academia, el conocimiento de la historia es “indispensable para la observación, interpretación y comprensión de la realidad en la que se vive”, porque “el análisis de ese pasado” constituye “una referencia imprescindible para entender el mundo actual, proporciona un sentido crítico de la identidad de los individuos y grupos humanos y promueve la comprensión de las tradiciones y legados culturales que conforman las sociedades actuales”. El problema reside en que el plan de estudios “no menciona apenas los hechos históricos”. Los hechos están subordinados a las interpretaciones que surgen “en función de las preocupaciones e intereses de la sociedad en cada momento”.
Se invierte así el orden normal de las cosas. Los hechos históricos aparecen desdibujados, incluso discutibles, y se priman los desarrollos sociológicos, políticos o económicos. Como bien dicen los historiadores que han criticado el plan, esos desarrollos “deben ser posteriores a los hechos históricos”. Estamos ante un mal muy frecuente en nuestro tiempo: se sustituyen los hechos por interpretaciones, y esta sustitución se convierte en sistema.