Línea Editorial: "Consecuencias de la rebelión de Wagner"
"Habrá consecuencias políticas y militares, como también las tendrá la guerra de agresión que desencadenó contra Ucrania hace ya casi año y medio"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los efectos de la efímera rebelión del grupo de mercenarios rusos Wagner contra el presidente Putin están aún lejos de conocerse, aunque ha mostrado la debilidad y el desconcierto del propio autócrata del Kremlin. Habrá consecuencias políticas y militares, como también las tendrá la guerra de agresión que desencadenó contra Ucrania hace ya casi año y medio. Se desconoce la suerte que correrá el promotor de la frustrada rebelión, Evgueni Prigozhin, y su ejército de mercenarios desplegado en Libia y en el África subsahariana, especialmente en Mali y Centroáfrica. Sufragado por los poderosos oligarcas rusos, este grupo fue organizado por Prigozhin y el propio Putin hace nueve años para defender los intereses de Rusia, especialmente en el continente africano, donde el Kremlin quiere asegurarse el suministro de minerales estratégicos.
En los dos últimos años, los Wagner, acusados por la Unión Europea de violar los derechos humanos, han conseguido desplazar al Ejército francés y a los cascos azules de la ONU que luchaban contra el yihadismo en el Sahel. No es probable que Putin quiera prescindir de sus mercenarios en el continente africano, ni tampoco del ejército que ha quedado en Rusia, aunque lo haya dejado en ridículo. Resultar hasta cierto punto tragicómico que Putin haya acudido a este grupo de mercenarios para apoyar a su antaño poderoso ejército, desafiado por la resistencia ucraniana. Hay que esperar, en todo caso, nuevas sorpresas en el devenir de esta guerra absurda que Putin ha perdido psicológica y militarmente hace tiempo.