Línea editorial COPE: No hay alternativa a la búsqueda de entendimiento

La guerra entre Israel y Hamás ha marcado la última semana del Sínodo. El Papa ha mostrado su consternación por la barbarie de los atentados terroristas, reconociendo el derecho de Israel a la defensa, pero mostrando su preocupación por el sufrimiento de la población civil, ya sea israelí o palestina. Lejos parece quedar la imagen de hace nueve años, cuando Francisco plantó un olivo en el Vaticano con los presidentes Shimon Peres y Mahmud Abbas. En paralelo, el Papa ha impulsado el diálogo con judíos y musulmanes, iniciativa que deslegitima a quienes instrumentalizan la religión para la violencia. Incluso en momentos dramáticos como los actuales se están produciendo situaciones de judíos, cristianos y musulmanes unidos en la oración, movidos por un mismo deseo de paz. Como el olivo del Vaticano, gestos así tienen un valor importante. Son una rendija por la que se abre paso una mirada distinta, que humaniza al “otro”, rompiendo con esa imagen envilecida que se proyecta sobre ese “otro” para convertirlo en enemigo. El estallido de la violencia parece aniquilar de un plumazo todos esos avances. Sin embargo, la realidad es que no hay alternativa a la contención y la búsqueda de entendimiento si se quiere evitar una nueva espiral de violencia beneficiosa solo para grupos extremistas como Hamas. La Santa Sede está convencida además de que solo habrá paz desde el respeto a la legalidad internacional. A pesar de que algunos den por muerta la solución de los dos estados y el reconocimiento de la especificidad de la ciudad de Jerusalén, nadie ha puesto sobre la mesa una solución viable alternativa.