Línea editorial COPE: Prevenir la catástrofe

La terrible acción terrorista de Hamas y la posterior reacción de Israel han reabierto las heridas más profundas entre ambos pueblos. En la memoria del pueblo judío domina el trauma de la Shoah, reactivado por el asesinato de civiles inocentes en la mañana del 7 de octubre. Y en la memoria de los palestinos está el trauma por la nakba (la pérdida del hogar), la ocupación y el bloqueo inhumano de Gaza.

Ahora estamos ante un éxodo que puede ser, que de hecho es ya, más numeroso que el de la nakba. Egipto no va a aceptar, ni siquiera a cambio de dinero, que se produzca un asentamiento de palestinos en el Sinaí como el que se produjo en el Líbano o en Jordania. El ultimátum dado por Israel a la población del norte de Gaza puede conducir a una catástrofe humanitaria de proporciones difíciles de describir.

Los atentados han querido ser una abominable muestra de fuerza y una provocación para que la respuesta de Israel frenara la decadencia de Hamas. Por eso es sorprendente que parte de la élite israelí y de la élite estadounidense siga identificando a Hamas con los palestinos.

Sin un futuro para los palestinos no son posibles la seguridad y la paz en la zona. La desesperación es un caldo de cultivo para las organizaciones nihilistas. Después de Hamas, ganarán espacio grupos terroristas más radicales de carácter chiita que tendrán el apoyo aún más rotundo de Irán y de Qatar. Sin duda se fortalecerá el eje Irán-Siria que tiene a Rusia como aliado. ¿No habría que prevenir todo eso?