Línea editorial COPE: Resistir a Ortega

La Dictadura nicaragüense ha expulsado a 12 sacerdotes católicos que serán acogidos por el Vaticano y alojados en la Diócesis de Roma. Todos ellos habían sido detenidos y tras su liberación ha sido el propio Gobierno de Nicaragua el que ha negociado su salida del país. Algo similar ha sucedido en Cuba en otros momentos de la historia cuando el castrismo, bajo la apariencia de la excarcelación, lo que en realidad ha impuesto es un destierro forzoso. Este es el verdadero significado de la salida del país de los 12 sacerdotes a los que Ortega no quiere dentro de Nicaragua. La Iglesia católica es la institución más y mejor valorada en Nicaragua, lo que la convierte en un contrapeso real a las tropelías del régimen en una sociedad que, además, es fiel a la Fe católica. Ortega, sin embargo, ha calculado muy bien los beneficios de esta operación. Entre los desterrados no está el obispo Rolando Álvarez. Conocida es su negativa a abandonar Nicaragua, aunque, en esta ocasión, ni siquiera parece que el régimen contemplara la posibilidad de que saliera del país. Daniel Ortega simula voluntad de acuerdo con la Iglesia al excarcelar a los 12 sacerdotes, al mismo tiempo que mantiene a Monseñor Álvarez en la cárcel y detiene a otros 8 sacerdotes, como sucedió el pasado 3 de octubre.

El precio que paga el clero nicaragüense es alto, como alto es el precio que pagan los católicos y toda la ciudadanía. Hasta cuándo aguante Ortega es difícil de saber. Lo que sí es bastante evidente es que la Iglesia nicaragüense es firme y, como ya ha sucedido en otros momentos de la historia, está dispuesta a resistir hasta el final.