Línea editorial: "Un pacto de Estado sobre los menores migrantes"
Los obispos han recordado que la legislación nacional e internacional obliga a ofrecer a estos menores una protección adecuada, y han vuelto a reclamar un pacto de Estado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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España afronta una auténtica crisis humanitaria. Los hospitales y centros de menores colapsados en Canarias son el resultado del fuerte aumento de las llegadas de migrantes a las islas, alrededor de 20.000 en lo que va de año, más del doble que el año anterior. No es la primera vez que Canarias afronta una crisis de este tipo.
Pocas veces, de hecho, había sido tan fácil prever con tanta antelación lo que iba a suceder, debido a la situación en varios países del África occidental. No es esta la sensación que transmite el ruido político de las últimas semanas, con episodios de sobreactuación como la ruptura por parte de Vox de los acuerdos con el PP en varias Comunidades Autónomas a cuenta del reparto de niños sin apoyos familiares.
Los obispos han recordado que la legislación nacional e internacional obliga a ofrecer a estos menores una protección adecuada, y han vuelto a reclamar un pacto de Estado que “evite la instrumentalización ideológica” del asunto y sirva de freno a “los discursos alarmistas”.
España no solo tiene capacidad para hacer frente a estas llagadas; necesita aportaciones como las que vienen a ofrecer estos jóvenes, que buscan una vida mejor y quieren ayudar a las familias que dejan atrás. Muchos lo consiguen, pero a costa de un enorme sufrimiento humano en las rutas migratorias y de fuertes tensiones sociales en las sociedades de destino. Por eso es tan necesaria una adecuada regulación de este fenómeno, por supuesto desde la cooperación entre las distintas regiones de España, que difícilmente pueden reclamar solidaridad al resto de Europa si ellas mismas no dan primero ejemplo.