Línea Editorial: "Solidaridad con Marruecos"

Como cabía esperar, España se está volcando en la ayuda a Marruecos tras el terrible terremoto que ha destruido numerosas aldeas del Atlas y la medina de Marraquech, patrimonio de la Humanidad y uno de los mayores atractivos turísticos de nuestro vecino del sur. No solo el Gobierno, que ha enviado ya a la UME como ayuda perentoria, sino instituciones como Caritas o Cruz Roja, se han puesto de inmediato en estado de emergencia para ofrecer sus recursos de ayuda inmediata en alimentos y ropa de abrigo. Desde el domingo, todo el esfuerzo de la Unidad Militar de Emergencia y de bomberos sin fronteras de varias ciudades está centrado en la busca de posibles supervivientes. A ellos se unen los medios aportados por otros tres países cuya ayuda ha aceptado por ahora el Gobierno marroquí, Catar, Emiratos Árabes y Reino Unido. Esa ayuda tendrá que ampliarse al mundo entero a la hora de la reconstrucción.

Será difícil devolver a esta región el viejo encanto de sus frágiles construcciones, y mucho tendrá que hacerse para que Marraquech florezca de nuevo, como ya ocurrió con Agadir, otra ciudad destruida en febrero de 1960 por el que, hasta ahora, ha sido el más terrible de los seísmos sufridos en el país, con más de diez mil muertos, Se han tardado muchos años en reconstruir la ciudad, pero ya ha recuperado su fisonomía. Ahora se está en una desesperada carrera contra reloj para buscar supervivientes, aunque cada minuto que pasa, la esperanza de diluye ante la inmensidad del desastre.