El milagro de la vida

La Nasa ha decidido crear un departamento especial para estudiar los Fenómenos Aéreos No Identificados. Nos fascina, nos atrae y nos da miedo la posibilidad de que haya vida, no digamos ya vida inteligente, fuera de nuestro planeta. Hubo un momento en la historia del planeta Tierra en el que apareció algo cualitativamente muy diferente a la materia inerte. La vida surgió hace 3.500 millones de años. Una de las hipótesis manejadas por los científicos es que la vida apareció gracias a la síntesis de moléculas orgánicas en la atmósfera primitiva. Esas moléculas se acumularían en lagos o mares poco profundos. Allí se combinarían para dar lugar a la llamada sopa primordial, la base para sintetizar moléculas más complejas que facilitarían la aparición de la vida celular.

Nuestro planeta desarrolló unas condiciones que hicieron posible la aparición de la vida. La vida compleja no hubiera sido posible sin un determinado enfriamiento, una determinada órbita en torno al sol, una determinada inclinación del eje de rotación, una determinada cantidad de agua, una determinada cantidad de ciertas moléculas y un largo etcétera de condiciones infinitamente improbables. Si hubiéramos vivido antes de que hubiera surgido la vida no podríamos haberla previsto. No era deducible de lo que existía antes. En términos laicos un acontecimiento que surge de una infinita improbabilidad se llama milagro. Podemos hablar, con propiedad, del milagro de la vida.