Necesaria reforma de la estiba

El Gobierno ha aprobado este viernes el decreto ley que liberaliza la estiba en los puertos. Es lógico que esta medida provoque preocupación entre los trabajadores de este sector, lo que no es lógico es el modo en el que los representantes de los trabajadores han negociado en las últimas semanas. Mantienen la convocatoria de huelga en días alternos durante tres semanas del mes de marzo, esa huelga puede tener un coste de 50 millones diarios. El decreto ley del Gobierno responde a las exigencias planteadas por la Unión Europea. El Tribunal Superior de Justicia de la Unión exigió la liberalización hace más de dos años. En este momento las empresas que operan en puertos públicos no pueden contratar a los estibadores libremente. Sólo pueden contratar a aquellos vinculados a una determinada sociedad en la que están obligadas a participar. Si no se hace caso a la sentencia europea podríamos vernos obligados a pagar 134.000 euros diarios de multa que saldrían del bolsillo del contribuyente. La reforma supone un cambio importante en las condiciones laborales de los estibadores. Es conveniente buscar fórmulas para suavizar la transición, pero no a costa de un sistema que limita la competencia y que está condenado por la Unión. En España hay todavía demasiados sectores con poca competencia y con una regulación que no mejora productos y servicios y que tampoco protege a las partes más débiles. El encarecimiento del precio por esa falta de competencia es un impuesto para los pobres.