LÍNEA EDITORIAL
Necesitamos una amistad civil renovada
Este fin de semana se ha celebrado la vigésima edición de Encuentro Madrid, esta vez, para celebrar el redondo aniversario, con el título "Una amistad que teje la historia"
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Este fin de semana se ha celebrado la vigésima edición de Encuentro Madrid, esta vez, para celebrar el redondo aniversario, con el título “Una amistad que teje la historia”. El tema no puede ser de mayor actualidad. Como se afirma en el Comunicado final, en medio de una gran turbulencia social y política en España, con guerras crueles en el mundo, con una soledad rampante en nuestras ciudades y una creciente ceguera respecto al significado de la vida humana, es pertinente la pregunta por la amistad civil que tantas veces preconiza el Papa, y por lo que puede aportar a la propia vida y al mundo.
La amistad es una categoría fundamental de la existencia humana en todas sus dimensiones. La propia experiencia nos permite reconocer, frente a la destructiva dialéctica de los contrarios, el bien de la ciudad común y el bien que el otro es, con toda la fatiga y los sacrificios que implica. Un bien que requiere el testimonio de la verdad encontrada, que no teme medirse con la experiencia de quienes son diferentes, que ama y custodia la libertad de todos, y que impulsa a trabajar con otros.
En los tiempos que corren, algo tan fundamental tiene el aroma de un desafío. Conscientes de la desazón que provoca la situación de deterioro institucional que vivimos, la propuesta es, en efecto, contracultural. Tiene la sencillez y la profundidad de quienes proponen abiertamente la comunión eclesial como una forma singular de amistad, cuya vocación es estar en medio de la plaza pública con las puertas abiertas, generando iniciativas y obras que puedan servir a todos, y portando la única esperanza que no defrauda.