La oposición tiene tarea

La convocatoria de elecciones por parte de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León para el mes de febrero no sorprende a nadie. Después de la última moción de censura presentada por los socialistas, el Gobierno regional del PP no quería exponerse a que Ciudadanos pudiera apoyar una nueva moción. Los naranjas, en cualquier caso, han sido socios leales de los populares, y el Gobierno de coalición ha funcionado razonablemente bien. El hasta ahora vicepresidente Francisco Igea ha resultado uno de los políticos más sólidos de un partido que, convocatoria tras convocatoria, va perdiendo su fuerza.

La dirección nacional del PP considera la próxima cita electoral en Castilla y León, y la que se puede producir en Andalucía, como ocasiones para adquirir fuerza. Las encuestas publicadas en las últimas horas muestran que Casado podría gobernar con el apoyo de Vox. Pero también reflejan una tensión descendente en la intención de voto de los populares. Es previsible que la legislatura tenga todavía por delante dos años. Y los populares en los últimos meses han estado enredados en problemas internos que han oscurecido sus alternativas en materia de control de precios, fortalecimiento de la recuperación, creación de empleo, política fiscal y lucha contra el covid. Estos son los problemas que más preocupan a los españoles. Si los populares quieren consolidarse como alternativa tienen que centrarse en ofrecer soluciones creíbles y positivas.