Un pacto infame
"De todos los pactos que el PSOE ha establecido con sus socios para gobernar, el único que permanece oculto es el que firmó con Bildu para facilitar la investidura de Pedro Sánchez"
Madrid - Publicado el
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De todos los pactos que el PSOE ha establecido con sus socios para gobernar, el único que permanece oculto es el que firmó con Bildu para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Sin embargo, aquel acuerdo opaco se está desvelando por etapas a medida que avanza la legislatura, y cada vez es más difícil ocultar la transacción de intereses. A la falta de transparencia con la que se tramitó la reforma legislativa que acortará las penas de los presos etarras, esta semana se ha sumado el apoyo del PSOE a EH Bildu para frustrar una iniciativa promovida por el Partido Popular que intentaba impedir que terroristas con delitos de sangre y que no se han arrepentido pudieran formar parte de listas electorales. Recordemos que, en los últimos comicios municipales, EH Bildu incluyó como candidatos a 44 condenados de ETA, 7 de ellos por delitos de sangre.
En un contexto democrático saludable, sería impensable que personas con un pasado terrorista pudieran contar con apoyo electoral alguno. La influencia ascendente de Bildu, con personas con un pasado tan siniestro como el de Mertxe Aizpurua o el propio Arnaldo Otegi, demuestra que en España y en el País Vasco el civismo y las garantías democráticas deben seguir defendiéndose. Desafortunadamente, la debilidad parlamentaria del PSOE y la voluntad del presidente Sánchez han servido para blanquear a los herederos políticos de ETA y han abierto una fractura en un frente común que durante décadas fue capaz de unir a todos los demócratas.