Paso atrás para las libertades en Venezuela

El Chavismo ha dado un paso más en su estrategia de ocupar todos los resquicios de libertad en Venezuela y eliminar cualquier atisbo de oposición real al régimen. Como resultado de las controvertidas elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre, que no fueron reconocidas por Estados Unidos ni la Unión Europea, Maduro acaba de tomar el control del parlamento unicameral, el único bastión que le quedaba a la oposición de Juan Guaidó, presidente encargado del país desde 2019.

Es cierto que ni Guaidó ni la Asamblea Nacional tenían poder real en Venezuela, dado que el régimen bolivariano se había inventado una Asamblea Nacional Constituyente. Pero la Cámara legislativa era el último ámbito de legitimidad que le permitía a Guaidó tener inmunidad interna.

Esta nueva maniobra de Nicolás Maduro agravará la ya trágica situación que atraviesa Venezuela. Un país con una economía hundida, con una inflacion que ronda el 5.000 por ciento anual, con cinco millones de venezolanos en el exilio y con una situación de permanente emergencia humanitaria. Los intentos de mediación entre el Gobierno y la oposición, como el que protagoniza el expresidente Zapatero, se han convertido una coartada para el régimen cara a limpiar su imagen y seguir ganando tiempo. Además hay que sumar la indeterminación del Gobierno de Pedro Sánchez, atrapado en las redes de Podemos, el valedor europeo del chavismo. Cualquier equidistancia por parte de nuestro gobierno es una irresponsabilidad y una vergüenza cara a aquella nación hermana.