LÍNEA EDITORIAL
Politización de una pandemia
Pedro Sánchez ha tratado de maquillar una salida en la que ha optado por no cambiar sus presupuestos ideológicos, por mucho que la realidad exigiera lo contrario
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Salvador Illa deja el Ministerio de Sanidad en el peor momento de la tercera ola de la pandemia. Mientras la hemeroteca ha ido desnudando en los últimos días la gestión del ministro durante todo este año, Pedro Sánchez ha tratado de maquillar una salida en la que ha optado por no cambiar sus presupuestos ideológicos, por mucho que la realidad exigiera lo contrario.
Sánchez buscó a Illa, totalmente ajeno al ámbito sanitario, para servir de puente con los independentistas catalanes, y esa finalidad ha prevalecido hasta el final. Un ministerio muy mermado en sus competencias y aparentemente tranquilo, como el de Sanidad, le venía como un guante al perfil de Salvador Illa, con el que Sánchez introducía la cuota catalana y apuntalaba una futura mesa de negociación.
Pero la realidad dio una bofetada a esos planes en forma de pandemia y durante un año de despropósitos hemos sufrido la sustitución de la gestión por la propaganda, para cuidar la imagen de un ministro al que había que sacar todo el rédito electoral posible. El triunfalismo con el que el Gobierno despide a Illa no resiste la prueba de los hechos. Valga el clamor de los profesionales sanitarios que le reprochan la politización de la pandemia, las continuas improvisaciones y las mentiras en torno a un comité de expertos que, propiamente, nunca existió. Las encuestas parecen halagüeñas para Illa en Cataluña. Veremos si los votos las hacen realidad, y si es para armar una alternativa constitucional o para volver a un nuevo tripartito como aquel con el que Cataluña empezó su cuesta abajo.