El revelador silencio del presidente

El juez instructor del caso Koldo ha acordado elevar el suplicatorio para José Luis Ábalos al Congreso de los Diputados, ya que aprecia indicios cualificados de hasta cuatro delitos: integración en organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación. A falta de que el proceso penal siga su curso, el conjunto de lo ya sabido exige una rendición de cuentas inmediata por parte del presidente del Gobierno. Fue Pedro Sánchez quien decidió elevar a Ábalos a la condición de secretario de Organización y quien consideró oportuno ponerle al frente del ministerio con más presupuesto de todo el Ejecutivo. Fueron también el presidente y su hombre fuerte en Ferraz, Santos Cerdán, quienes le hicieron repetir en las listas de 2023 después de haberlo cesado como ministro.

Fue el exministro Ábalos quien representó al PSOE en la moción de censura que acabó con el gobierno de Mariano Rajoy. Una intervención en la que Ábalos, en un alarde de dramaturgia casi sin precedentes, invocó palabras solemnes contra de la corrupción. Independientemente de que puedan surgir nuevos casos de conductas ilícitas, la íntima proximidad de los hombres del presidente con la trama corrupta deja a Sánchez en una situación límite. En los años en los que recorría España a bordo de su utilitario para recuperar la Secretaría General del PSOE, tres hombres lo acompañaron: Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Que el presidente guarde silencio ayuda a hacer verosímil que tantas coincidencias no sean pura casualidad.