Una RTVE al gusto de Pedro Sánchez

La decisión del Gobierno de modificar mediante un Real Decreto las mayorías parlamentarias necesarias para la renovación del Consejo de Radio Televisión Española representa un cambio profundo de las bases sobre las que se asienta la democracia española. A partir de ahora los consejeros de RTVE dejarán de ser representantes de un consenso político, además de personalidades de acreditada cualificación técnica, para pasar a ser representantes del bloque de la mayoría parlamentaria, con la marginación de una minoría que paradójicamente está formada por un partido político, el PP, que ganó en votos en las pasadas elecciones. 

Esta decisión supone la ruptura del sistema diseñado en la Constitución, que es el del consenso a la hora de ocupar los cargos en las instituciones del Estado. El modelo de Pedro Sánchez se basa en el muro institucional y en la imposición de la voluntad de unos sobre otros, un terreno abonado para derivas personalistas de carácter autoritario.

Este proceso de colonización de las instituciones está contribuyendo a socavar, poco a poco, la democracia en España. Como ha recordado el Premio Príncipe de Asturias a las Ciencias Sociales, Michael Ignatieff, el mayor riesgo que afronta nuestro sistema es “utilizar la democracia para destruir a la democracia misma”. Esto sucede cuando se ataca al sistema judicial, a la prensa, al mercado, y cuando el poder se coloca en un solo lado del espectro político sin vías de interlocución. Síntomas preocupantes que comienzan a darse en la política española.