LÍNEA EDITORIAL
No son invasores
En los últimos días, hemos visto a miles de personas procedentes del continente africano, muchas de ellas menores de edad, llegar a las costas canarias
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En los últimos días, hemos visto a miles de personas procedentes del continente africano, muchas de ellas menores de edad, llegar a las costas canarias en condiciones de extrema precariedad. La inestabilidad en Senegal y en otros países del Sahel están empujando a la población a huir. Se trata de seres humanos que arriesgan sus vidas cruzando el Atlántico con la esperanza de un futuro mejor para ellos y para sus familias. Como han denunciado los obispos de las diócesis canarias, esta realidad recuerda la dramática situación que se está viviendo en Lampedusa, y entristece comprobar la incapacidad de los gobiernos europeos, reunidos la semana pasada en Granada, para ponerse de acuerdo sobre la política migratoria. La falta de previsión, unida a la insuficiencia de las infraestructuras, dificulta una acogida digna y aumentan la probabilidad de que se produzcan vulneraciones de los derechos humanos. paralelamente surgen los discursos alarmistas.
El Papa Francisco ha subrayado que aquellos que arriesgan sus vidas en el mar no invaden, sino que buscan ser bienvenidos. Una mirada creyente exige trabajar para que la acogida digna e integral de los migrantes sea posible; una acogida que ha de venir seguida de la promoción e integración de cada persona que llega hasta nosotros. Hay mucha gente ya, trabajando por ejemplo de forma directa en la Pastoral de las Migraciones, que están siendo auténticos samaritanos. Ellos son el ejemplo para imitar.