Trump y el liderazgo de la Unión Europea en política exterior

Una de las mayores incertidumbres que rodean la reelección de Donald Trump es la que atañe a la guerra de Ucrania. Prueba de ello es que el actual secretario de Estado en la administración de Biden, Antony Blinken, se ha comprometido a redoblar el apoyo al presidente Zelensky antes de que el traspaso de poderes sea efectivo, a principios de 2025.

El previsible nombramiento de Marco Rubio como próximo secretario de Estado tampoco permite prever con claridad si Trump decidirá cumplir con todos sus anuncios en política exterior. Rubio, de perfil muy combativo hacia China e Irán y abiertamente proisraelí, es, sin embargo, un firme defensor de las alianzas tradicionales con Europa y un abierto promotor de la continuidad de Estados Unidos en la OTAN.

Parece claro que la Unión Europea estará obligada a redefinir su liderazgo global. Aunque el escenario es delicado, podría ser una oportunidad para que Europa se vea forzada a ejercer una mayor autonomía en política exterior, especialmente en lo que respecta a Ucrania. El reto es doble: por un lado, Europa deberá asumir los costes económicos y estratégicos de esta nueva posición; y, por otro, dentro de la propia UE, figuras como la del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, complicarán la construcción de una postura común. Sea como sea, parece claro que la presidencia de Trump, y su posición en relación con Ucrania, marcarán el futuro inmediato de la Unión Europea.