El viaje más largo del pontificado de Francisco

El Papa ha emprendido un largo viaje de once días a varios destinos de Asia y Oceanía. Será el más largo de su pontificado, con una agenda extenuante para cualquier persona, qué decir de alguien próximo a los 88 años, y quien, para más señas, no es conocido precisamente por su afición a viajar. 

El dato ofrece pistas de la importancia que le otorga Francisco a esta gira, que comienza en Indonesia, país visitado ya por Pablo VI y por Juan Pablo II. Indonesia no es solo el Estado con mayor población musulmana del mundo; es también un territorio estratégico en una pugna existencial que, hasta la fecha, se ha saldado a favor del islam más abierto y tolerante, pero donde han existido igualmente episodios de persecución y discriminación religiosa en puntos de su inmenso territorio.

La dimensión del diálogo estará presente también en la boyante ciudad-estado de Singapur, con población mayoritariamente de origen chino, con importantes minorías de ascendencia india y malaya, y una pequeña pero pujante presencia cristiana.

Solo un país de los cuatro que visitará Francisco es de mayoría católica, Timor Oriental, pendiente todavía de terminar de cicatrizar las heridas que llevaron a su independencia. En contraste, en Papúa Nueva Guinea aún viven comunidades que no han recibido un primer anuncio.

Se trata además de un territorio seriamente amenazado por la crisis climática. En la estela de algunos de los acentos centrales del pontificado de Francisco, pocos escenarios hay más propicios en el planeta para lanzar un mensaje al conjunto de la humanidad sobre la responsabilidad en el cuidado de la Casa común.