Cáritas o el compromiso de un trabajo digno
Siete mil personas han sido atendidas en 2018 en el Servicio Diocesano de Emepleo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ahmed es cocinero, marroquí y tiene cuatro hijos pequeños. Tras morir su mujer, Cáritas fue su salvación, ahora trabaja en la cocina de un centro de acogida y cuenta a COPE su historia: “Yo tuve una situación muy dura. Tenía buenos trabajos con buenos sueldos hasta que mi mujer cayó enferma con cáncer y murió en solo seis meses.
Me quedé con cuatro hijos menores con edades entre 17 y 2 años. Me quedé sin trabajo, sin vivienda y sin nada. Acudí entonces a Cáritas y se volcaron conmigo. Ahora estoy trabajando en un centro de acogida de menores. Solo puedo hablar bien de Cáritas”.
Ana es rumana y lleva tres años entre nosotros. Su marido murió con 38 años y ella se quedó en el paro. Ahora trabaja en el comedor de un colegio con contrato indefinido. Así, hasta siete mil historias de naufragio laboral y resurrección personal gracias a Cáritas y sus casi 600 voluntarios del servicio diocesano de empleo. El domingo 28, Cáritas celebra la campaña contra el paro bajo el lema Comprometidos por un trabajo digno.
La responsable de Empleo, Merche Benito, explica a COPE cómo ayudan a los parados más vulnerables: “Intentamos que las personas consigan un empleo digno. Ponemos los mimbres para que ellos adquieran habilidades para encontrar trabajo por su cuenta. Si no lo consiguen les ayudamos a que una empresa les pueda dar una oportunidad”.
Para Cáritas, no hay color de piel, ideología o religión. El secretario general de Cáritas Madrid, Javier Hernando, asegura que “más allá de ideologías o religiones, acogemos a las personas por ser personas. Cada ser humano tiene su dignidad. Estamos convencidos de que todos somos hijos e hijas del mismo Dios, indistintamente de cómo lo llamemos cada uno”.
En el último año, Cáritas Madrid ha puesto en marcha dos nuevos proyectos: la agencia de colocación y la empresa Textil Empleo. El gran reto para Cáritas: superar la brecha digital.