La heroína se hace fuerte en Villaverde con más de una decena de narcopisos en cuestión de meses

Los vecinos denuncian una situacion insostenible y piden a las administraciones más vigilancia policial y planes para erradicar la droga de las calles.

Luis Manuel Rafael

Publicado el - Actualizado

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Nunca llegó a irse del todo, pero como un mal recuerdo, la heroína se ha hecho fuerte en Villaverde Alto de la peor manera posible: con más de una decena de narcopisos en apenas cuatro calles.

Es un problema de hace tiempo, de décadas, pero en los últimos meses, la situación se ha vuelto insostenible. Los vecinos denuncian que el trabajo y la presencia policial en otros barrios y distritos de la capital ha hecho que los camellos se vayan desplazando hasta esta zona, a modo de “refugio”.

Uno de esos 'narcopisos' se encuentra en el número 3 del Paseo de Alberto Palacios, muy cerquita por cierto de un colegio y un instituto. Es fácil saber cuál es. El telefonillo está señalado. Aquí los toxicómanos vienen, recogen su dosis y la consumen, en el mismo portal. No es difícil ver el papel de plata quemado.

En el mismo bloque, junto al narcopiso, vive Pedro que lleva 55 años residiendo en el barrio. Desde hace un año, su vida se ha convertido en un infierno. La presencia de toxicomanos es constante de noche pero tambien a plena luz del día. "Los tóxicomanos no tienen respeton por nada. Se han hecho dueños de la comunidad. Rompen los cristales, el portero automático", expone. "Todos los vecinos estamos con miedo, con ansiedad y sin poder dormir por las noches", asegura.

Muy a su pesar, ya se plantea mudarse. "Esta es mi última batalla. Si no conseguimos que se vayan, terminaré yéndome, aunque pierda parte del valor de mi patrimonio", afirma.

En Villaverde Alto las noches son como en el desierto. Nadie se atreve a salir de casa y ser atracados a punta de navaja en cualquier momento. No es un caso aislado. En apenas cuatro calles, los vecinos tienen contabilizados más de una decena de narcopisos. Y no son 'okupas'. Javier, otro de los vecinos afectados, explica que son "propietarios organizados" como células para el tráfico y el consumo. "Son gente que ya vivía en los pisos, con pocos recursos y que hacen de su vivienda una plataforma más para buscarse la vida", explica.

Los vecinos han dicho basta. Piden a las administraciones que actúen. No solo reclaman más vigilancia policial, que también. Sino un plan estructual para el barrio. Inversiones, oportunidades, apoyo educativo, social. Es la única manera, dicen, de sacar la droga definitivamente de las calles.

Aunque pueda parecer que en los últimos meses la heroína se ha puesto de moda en Madrid. Hay expertos que lo niegan. Celia Prat, de la Fundación de Ayuda contra la Drogodependencia asegura que "las encuestas, los datos dicen que no ha habido un repunte del consumo a nivel nacional, tampoco en Madrid".

Los vecinos de Villaverde tampoco creen que el consumo haya crecido. Achacan la proliferacion de 'narcopisos' y heroinómanos al desmantelamiento de los puntos venta habituales por toda la capital, como en la zona de 'San Cristóbal', o el Polígono Marconi. Algo que, creen, ha provocado que se replieguen todos a una zona. En este caso, a Villaverde.