La importancia de los farmacéuticos rurales

Raquel Casado tiene una farmacia en Buitrago de Lozoya y reparte medicinas a domicilio en los pueblos de la Sierra Norte de Madrid

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Desde que el pasado 13 de marzo se decretó el estado de alarma, cuando Raquel Casado cierra su farmacia a las 8 de la tarde coge su coche y lleva las medicinas a sus casas a aquellas personas mayores o con problemas de movilidad que no pueden desplazarse. Su jornada se prolonga alarga a veces hasta 15 horas porque muchos de sus vecinos se encuentran a más de 50 kilómetros de distancia.

Raquel, como muchos de sus colegas, se ha convertido en mucho más que la farmacéutica del pueblo porque también se encarga de gestionar recetas con los médicos y de llevar a esas casas algo de compañía. Ha contado a COPE que lleva 21 años viviendo en la sierra y que hora intenta “llevar la farmacia a casa y algo de compañía” y que recibe “muchísimo cariño de todas esas personas porque ese rato de conversación y compañía a algunos les da la vida”.

Su jornada de trabajo se alarga a veces hasta las 12 de la noche llevando medicinas a pueblos como Somosierra, Horcajo o Prádena del Rincón como ella misma ha contado en un vídeo que ha colgado en la red.

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