La jubilación puede esperar. Enfermeros que vuelven para luchar contra el covid

Una treintena de enfermeros en Madrid han dejado voluntariamente su retiro para ayudar en la crucial tarea de la vacunación.

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Luis Manuel Rafael

Publicado el - Actualizado

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No son muchos. Unos 30 en la Comunidad de Madrid, pero su labor ha sido fundamental en la lucha contra la pandemia. Son los sanitarios, enfermeros en este caso, que habiendo llegado a su jubilación, han decidido aparcarla y volver al trabajo con un único objetivo: vacunar cuanto antes al mayor número de personas.

Tras toda una vida en el Hospital Clínico San Carlos, a Jesús Manuel, la hora de la jubilación le llegó en el peor momento, tras la primera ola de la pandemia. “A mi la jubilación me llegó de forma inesperada. Estuve trabajando en planta con covid los tres meses de la primera ola, marzo, abril y mayo”, cuenta.

Al cumplir 65 años, en junio de 2020, se vio en casa sin hacer nada. “Al principio, como era verano pues me lo tomé como unas vacaciones. Pero luego septiembre, octubre, noviembre… a mi me costó porque encima estaba todo cerrado y no se podía hacer nada”, explica.

“Estaba deseando que me llamarán”, afirma con culpa. Y así fue. En diciembre llegaron las vacunas y ante el reto de inmunizar a toda la población, en su hospital contactaron con él. “Me llamaron y me dijeron si estaba dispuesto a volver y dije que sí”, expone.

Tras, prácticamente, nueve meses de jubilación, Jesús Manuel regresó a la faena. El Colegio de Enfermería les pagó la colegiación. Primero, en el por entonces recién inaugurado Hospital Enfermera Isabel Zendal y, posteriormente, en el Palacio de los Deportes. Esos fueron los momentos más emocionantes que recuerda. “Había gente que venía a vacunarse y se ponía a llorar. Te decían que tenían un familiar que había muerto y que ojalá pudiera haber llegado a vacunarse”, cuenta emocionado.

Con el objetivo de inmunización prácticamente conseguido y la incidencia de coronavirus en mínimo, su trabajó terminó. “En octubre la cosa bajo, ya no había que vacunar tanto y me mandaron a casa”, asegura.

Era hora de volver a la jubilación. “Tuve un poco de suerte porque se casaba mi hija, así que eso me ayudó”, explica.

Lo que no se imaginaba Jesús Manuel es que apenas un mes después llegaría Ómicrom y una sexta ola que arrasaría en contagios. “Pensaba que no me iban a volver a llamar”, se sincera, pero a mediados de enero tuvo que dejar apartada por segunda vez su jubilación para ayudar con la puesta de terceras dosis.

Además de por haber vacunado a algún famoso, de su boca solo salen palabras de agradecimiento. “Al personal del Zendal, los compañeros –denominados entre ellos ‘Los magníficos’- quiero darle las gracias por el apoyo que nos dieron”.

Su contrato termina el próximo día 11. Sin embargo, advierte: “Si me volvieran a llamar volvería. Si me necesitaran pueden contar conmigo”. “Todos pensamos: a ver si me jubilo, a ver si me jubilo, pero cuando llega la hora de la verdad, a todos nos cuesta”, concluye.