Adiós a las restricciones y hola a los líos entre vecinos: reabren las piscinas comunitarias

Llega un momento celebrado por unos vecinos y temido por otros. Con el mes de junio, reabren las 12.000 piscinas comunitarias y privadas que hay en la región, y lo hacen con plena normalidad. Han sido dos veranos complicados, de piscinas hinchables en los balcones y en las terrazas, porque la de la comunidad estaba cerrada. De restricciones, mascarillas, y distancia con los vecinos. Pero este año, se pone fin a todo eso.

Adiós a las limitaciones de aforo, a la distancia de seguridad o al uso obligatorio de la mascarlla. "Siempre disfruto de la piscina. De tomar el sol y de bañarme. Con el paso de los años, cada vez voy más", cuenta Felicia, una jubilada que, como muchas otras, ha estado los últimos años con temor al coronavirus.

Su temor ha desaparecido. Este año volverá a la piscina de su comunidad con absoluta normalidad y es que tanto en la suya, como en el resto de instalaciones de este tipo, la única obligación que permanece es la de la desinfección de las zonas de uso común: escaleras, tumbonas, durchas... tanto a primera como a última hora, independientemente del uso que se le dé. Tambien deberá haber papeleras y dispensadores de gel hidroalohólico o desinfectante.

Desde el Colegio de Administradores de Fincas recomiendan, eso sí, extremar las precauciones, sobre todo a las personas más vulnerables. "Nosotros recomendamos que las personas de mayor riesgo, personas mayores y con patologías guarden la distancia de seguridad, usen las mascarillas, el gel y que traten en la medida de lo posible minimizar las posibilidades de contagio", expone Noelia Mochales, vicepresidenta de este colectivo.

También se recomienda el uso de botellas de agua y no de fuentes de uso común. Ya no sólo covid, sino por cualquier virus, por ejemplo, el de la viruela del mono, y tambien para evitar algún que otro alercado.