Más ventas, más empleo y menos beneficios: así afrontan las empresas familiares madrileñas el fin de año

Más de la mitad cree que 2022 será peor que 2021, sin embargo, 6 de cada 10 preve aumentar la facturación. Todo, a costa de reducir beneficios, como mínimo, un 10%.

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Luis Manuel Rafael

Publicado el - Actualizado

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Pesisimo ante la situación económica que se avecina y, al mismo tiempo, esperanzados en materializar las previsiones de factuaración y, por tanto, de recuperación tras la pandemia. Es lo que se desprende de una encuesta llevada a cabo por ADEFAM entre el centenar de empresas familiares madrileñas que dan empleo a más de 240 mil personas y que suponen en torno a un 7 por ciento del PIB.

Con la incertidumbre actual, la percepeción para el 54 por ciento de los empresarios familiares madrileños es que 2022 terminará peor que el año pasado. No en cuanto a ventas. 6 de cada 10, de hecho, prevé aumentarlas. Y tampoco en cuanto al empleo. Solo un 2 por ciento acomenterá despidos, el 48% los mantendrá e incluso un 43% prevé hacer contrataciones.

¿Por qué entonces creen que 2022 va a ser peor que 2021? Porque con la inflación se están desplomando sus beneficios. Todos creen que sus márgenes se van a reducir, como mínimo, un 10 por ciento. Incluso un 15% de las compañías vaticina que se desplomarán entre un 30 y un 50 por ciento.

"Aunque el nivel de ventas va a ser igual o subirá, los márgenes se van a reducir. Con este aumento de costes, los precios tendrían que subir de una manera imposible", explica Marta Beltrán, directora de ADEFAM. Esto, sin embargo, no generará problemas de empleo. "Las empresas familiares son conservadoras, austeras. Su principal objetivo es sobrevivir pero, a pesar de la incertidumbre, han optado por aumentar las inversiones y como mínimo mantener las actuales plantillas", asegura.

Manuel Garcedo es el dueño de la tercera generación de su empresa familiar. Se dedica a la tapicería. En su caso, tenía esperanza en recuperar este año, los niveles pre-pandemia. Pero parece que no va a ser así. "Para la segunda mitad del año, teníamos proyectos en los que habia que invertir y contratar gente y, de momento, los hemos paralizado a la espera de acontecimientos", explica.

En su caso, además de la luz o el transporte, se le han disparado tambien las telas, su principal materia prima. Sus márgenes, desplomados. "Hay que ajustar los precios porque no tenemos la capacidad de subir tanto. No paro de recibir a diario información de los proveedores subiéndonos los costes", cuenta. Más costes, menos márgenes y, por tanto, menos inversión.