El Padre Orestes, de Vallecas: “El futuro será largo y duro para los más desfavorecidos”

El párroco de San Pedro Regalado ha contado con la ayuda del alcalde Almeida a la hora de ejercer tareas de voluntariado

El Padre Orestes, de Vallecas: “El futuro será largo y duro para los más desfavorecidos”

Ramón García Pelegrín

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El párroco de San Pedro Regalado afirma que las necesidades se multiplican con la pandemia tras contar con el alcalde Almeida como voluntario para repartir alimentos.

“Aquí estamos, para ayudar en lo que sea”. Esa fue la frase con la que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, saludó hace unos días al párroco de San Pedro Regalado en Vallecas, padre Orestes. Así lo ha contado el propio sacerdote en declaraciones a 'Mediodía COPE': “Fue una grandísima sorpresa porque no nos esperábamos algo así. Sabíamos que iba a venir a echar un cable algún concejal del distrito, pero no el mismísimo alcalde de Madrid”.

El padre Orestes había pedido ayuda a la Policía y los bomberos para descargar, organizar y repartir seis toneladas de comida de un camión del Banco de Alimentos de Madrid, entre decenas de familias que se han visto especialmente castigadas con la crisis sanitaria del coronavirus. Algunos de los voluntarios que suelen colaborar con la parroquia vallecana se encuentran enfermos por el Covid-19 o en situación de confinamiento.  

Y allí se presentó el alcalde de la villa y corte sin la compañía de ningún medio de comunicación, ni más protocolo que las ganas de ayudar y echar una mano (incluso las dos) en beneficio de las personas más vulnerables. Como un voluntario más, Martínez-Almeida colaboró en la tarea durante tres horas.

La parroquia de San Pedro Regalado ayuda habitualmente a trescientas familias de Vallecas, aunque ahora, con la situación derivada del confinamiento en casa, las necesidades se multiplican, como asegura el padre Orestes: “Solemos recibir diez mil kilos de comida por parte del Banco de Alimentos de Madrid. A esa ayuda se suman otras de particulares. Todas van dirigidas a unas trescientas familias, pero ahora, con esta crisis sanitaria, tenemos que extender las donaciones a más familias que lo están pasando mal. Ayudamos a algunas personas que no reúnen los requisitos para acceder a las subvenciones oficiales. Están fuera del sistema”.

El padre Orestes define de manera muy gráfica el futuro que nos espera, cuando termine el estado de alarma, al asegurar que “no es que llueva sobre mojado, es que hay una inundación sobre mojado. El futuro va a ser largo y duro para los más desfavorecidos”