Un policía local de Coslada, condecorado por su labor a favor de la seguridad vial

Santos Barbas puede presumir de ser un pionero en la educación vial de nuestro país

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Gloria López Navas

Publicado el - Actualizado

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Santos  puso en marcha esta sección en Coslada y a ella se ha dedicado durante más de 30 años. La Fundación Española para la Seguridad Vial le ha concedido la medalla de plata por su contribución a esta disciplina.

Hoy en día es impensable vivir sin un coche. Los carruajes forman parte de la vida del hombre desde que se inventó la rueda y con estos carruajes surgió la necesidad de crear un código de circulación. Concretamente, fueron los romanos, los creadores de las calzadas, los que vieron esta necesidad e idearon la primera señal de Stop que se conoce: una estatua del Dios Hermes con un brazo levantado.

En la época de Isabel la Católica, los carreteros ocasionaban tantos accidentes por ir ebrios, que la soberana decidió que tenían que pagar una multa. La  seguridad vial es y ha sido siempre un problema al que dedicar toda la importancia.

De esto se dio cuenta en su día Santos Barbas, un policía local de Coslada que hacía las funciones de agente de barrio: “fuí con un compañero a un colegio y ahí observé que en la entrada y salida de los coles, se cruzaba mal, se iba deprisa y tarde.  También a la salida se cruzaba de cualquier manera por las ganas de salir. En fin, que vi la necesidad de empezar a dar charlas para concienciarles”, nos ha contado a COPE.

Una labor a la que empezó dedicando sus horas libres. Y tanto gustaron sus clases a profesores, padres y alumnos que terminó creando esta división. “Afortunadamente, ahora hay mucha más seguridad vial en general. Antes beber se consideraba normal. Si se estaba de fiesta, se veía sin problema. También se presumía de conducir a toda velocidad y se le reían las gracias a quien lo hacía. Se le consideraba un héroe”, nos recuerda.

Lo que comenzaron como unas charlas cuenta hoy en día con un parque de educación vial fijo “en donde antes había un colegio”. En él, se realizan “talleres y aulas” y cuenta, además, “con una pista de semáforos y señales, en donde antes estaba el patio, para que circulen los pequeños con triciclos, bicicletas y hasta karts”.

Su buen hacer ha recibido numerosos reconocimientos, no sólo institucionales, “sino también de alumnos y profesores que me han llegado a reconocer hasta en la calle”. El último, la Medalla de Plata de La Fundación Española para la Seguridad Vial que recibe el jueves 10 de octubre. Y eso que, como nos ha confesado, “una vez tuve un accidente de chapa y otra vez recibí una multa por ir a 99 en una vía de 90 km/hora”.