¿Pueden ayudar los “bancos de la amistad” a combatir el acoso escolar?

Fuenlabrada se suma a esta iniciativa colocando estos bancos en 78 colegios e institutos. 

Los bancos de la amistad llegan a Fuenlabrada

Gloria López Navas

Publicado el - Actualizado

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Fuenlabrada se suma a los llamados “bancos de la amistad”. Unos asientos muy especiales que van a ocupar un lugar destacado en los patios de 78 colegios e institutos de esta localidad madrileña.

Se trata de una medida que ideó una alumna de 10 años de Florida y que se ha ido extendiendo a otros países. En la Comunidad de Madrid, el primer centro en sumarse a esta iniciativa fue el colegio V Centenario de San Sebastián de los Reyes. En declaraciones a Cope, la directora de esta escuela, Inés Zamarro, nos comenta que se trata de un banco “muy colorido con palabras de solidaridad, paz y amor”. En el caso de este colegio, el banco se ha ubicado junto a un “árbol dibujado por las familias para que sea un punto de encuentro para todos”.

El objetivo de este proyecto consiste en ayudar a aquellos alumnos que se sienten solos pero que no se atreven a verbalizar la situación de estrés que están viviendo. Para ellos, pedir ayuda consiste simplemente en sentarse en estos bancos como una forma de llamar la atención de los que le rodean.

En opinión de José Antonio Luengo, secretario del Colegio de Psicólogos de Madrid, medidas de esta naturaleza tienen éxito “siempre que estén encajadas dentro de un plan más amplio que incluya más medidas con otras indicaciones”. De todos modos, aplaude “todo lo que sea que un centro se sensibilice y enseñe a los chicos y chicas a dar buen trato y a saber cómo deben ser las buenas relaciones personales”.

Este experto insiste en la importancia de que se “trabaje su significado previamente en clase y se explique bien cómo debe ser utilizado”. Reconoce que por sí mismo no es un instrumento que pueda ayudar a combatir el acoso escolar porque “se trata de un problema muy grave, que afecta mucho a la persona que lo sufre, por lo que es muy difícil que un chico se exponga a que se visibilice su problema de forma tan abierta”, sentándose en un banco en medio del patio. No obstante, considera que es una iniciativa que “puede ayudar sobre todo a los chicos que, por sus características personales, tengan menos habilidades de relación interpersonal y les cueste más hacer amistades”.