Tres búhos reales, los nuevos vecinos del parque del Retiro

Se cree que proceden del Monte de El Pardo donde abundan estas aves rapaces, las más grandes de la fauna europea

Ramón García Pelegrín

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Una rama ático en un enorme pino de los jardines de Cecilio Rodríguez, en pleno corazón del parque del Retiro. Es el nuevo hogar de una pareja de búhos reales y de un tercer ejemplar de estas aves rapaces, un macho soltero que podría hacer las maletas y buscar nuevos horizontes si no se empareja en las próximas semanas.

En el Retiro, estas aves rapaces de gran tamaño (hasta metro y medio de envergadura) han encontrado una vivienda tranquila y segura, rodeada de naturaleza, en pleno centro de la capital y a buen precio para lo que se cotiza la zona.

Una dieta saludable

Comida tampoco les falta. Topillos, ratones y sus hermanas mayores, palomas, cotorras e insectos parecen ser una carta gastronómica a pedir de pico en los jardines de Cecilio Rodríguez, donde se han afincado los tres ejemplares de búho real, también conocido con el nombre de gran duque.

Su presencia ha sorprendido a propios y extraños, a expertos, vecinos y aficionados a la ornitología como Fernando: “Son muy bonitos. Me ha impresionado el tamaño que tienen y que estén aquí en pleno centro de Madrid como si fuera en un bosque de Asturias”.

Do not disturb, please

En declaraciones a Cope Madrid, el subdirector de Parques del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Soria, asegura que el Retiro está de enhorabuena por estos nuevos inquilinos, los primeros búhos en 400 años. Soria afirma que “si no se molesta a estas aves, se las deja dormir tranquilamente de día y no se acerca la gente ni hace un ruido excesivo tenemos búhos para rato porque son animales territoriales que se casan para siempre. Además ya se les ha visto copulando y pueden tener crías”.

El búho real tiene preferencia para criar en oquedades y repisas de cortados rocosos. Pone de dos a seis huevos una sola vez al año, normalmente en invierno o principios de primavera, como ahora.

El cuidado de los huevos recae en la hembra, mientras el macho se dedica a conseguir la comida. Tras 36 días, los huevos eclosionan. Los pollos tienen un plumón blanco que se torna parduzco antes de dos semanas.

A las tres semanas, las crías ya son capaces de alimentarse y tragar por sí solas y, a los dos meses, comienzan a volar. En esta etapa son vulnerables a los depredadores, pero su plumaje les permite camuflarse entre las ramas.

Al final del otoño, los buhitos son expulsados del territorio de los adultos, así que no les queda más remedio que localizar un nuevo territorio donde buscarse la vida.