Ventajas e inconvenientes de tener un bebé en pleno confinamiento

A muchas familias la crisis del coronavirus les ha pillado viviendo uno de los momentos más importantes de sus vidas: la llegada de un nuevo miembro.

Ventajas e inconvenientes de tener un bebé en pleno confinamiento

Gloria López Navas

Publicado el - Actualizado

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Tamara se convirtió en madre por segunda vez el pasado 16 de febrero, un mes antes de que entrara en vigor el estado de alarma. Lo que más echa de menos en estos días de confinamiento es no poder compartir este momento tan especial con sus seres queridos: “lo vamos solucionando como podemos, a través de videoconferencias, muchas fotos y muchos vídeos. Además, el bebé está en una etapa en la que empieza a sonreir y a hacer gorgoritos y, claro, los abuelos lo llevan un poquillo mal, más ellos que nosotros, la verdad”, nos confiesa. 

También le preocupa no darle toda la atención médica que requiere un recién nacido al haberse limitado las visitas al centro de salud aunque suple esta carencia, y sus revisiones postparto, tirando de las redes sociales y las nuevas tecnologías “donde matronas, grupos de atención a la lactancia y otras madres se han movilizado mucho para atender a la gente que ha dado a luz como yo en pleno confinamiento”. 

La psicóloga sanitaria especializada en psicología perinatal, Diana Sánchez, reconoce en Cope que para muchas personas esta crisis del coronavirus y, sobre todo, este asilamiento al que estamos sometidos, puede estar empañando el que es, sin duda, uno de los momentos más bonitos de su vida. En su opinión, lo que más deben estar echando de menos las madres recientes es el contacto afectivo y social con otros familiares y con otras madres “el poder hablar de lo que sienten y de cómo se sienten porque la maternidad es un suceso que debería ser bonito pero que requiere mucha ayuda y mucha compañía”, reconoce. También influye en el posible efecto negativo que se pueda tener de esta situación, la imagen previa que se habían hecho de este momento, el “haber visualizado un postparto bonito, paseando con mi bebé y recibiendo visitas”, una idea que, desgraciadamente, se ha topado con “algo totalmente diferente a lo que habían idealizado, y es ahí donde se produce el choque más importante”. 

Sin embargo, esta psicóloga reconoce que este aislamiento social puede traer consigo muchos efectos positivos para madre y bebé que es con lo que deben quedarse, principalmente, los padres que estén viviendo una situación así. Por ejemplo, el poder librarse de las múltiples visitas que se suelen producir esos días o el tener que separarse del bebé demasiado pronto por los compromisos laborales: “la madre puede aprovechar para tener momentos de mucho recogimiento, mucha calma, mucha observación”, y mucho tiempo para “disfrutar de los primeros días de su bebé” que a lo mejor, en circunstancias normales, no habría tenido. 

Además, Sánchez recomienda no preocuparse por lo que se puede estar uno perdiendo y buscar las alternativas que brindan las nuevas tecnologías. Por eso, aconseja suplir las ausencias familiares mandando más fotos y vídeos de lo normal y recurrir al pediatra todas las veces que se considere oportuno pero “en lugar de yendo a la consulta físicamente, haciendo una llamada o una videoconferencia”.