Martín Guerrero, propietario Casas Patas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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De los 31.398 establecimientos de hostelería que había en Madrid antes de la pandemia, 7.756 no han vuelto a abrir sus puertas. Uno de ellos es Casa Patas, restaurante y mítico tablao flamenco de la capital al que el coronavirus no ha perdonado sus 36 años de historia, ni los 300 espectáculos que ofrecía cada año. Desde 1984 por sus tablas en el barrio de Lavapiés pasaron artistas de renombre como Camarón, Diego el Cigala, José Mercé o Paco de Lucía, entre otros muchos, pero el coronavirus “nos dejó sin clientes”, lamenta su propietario, Martín Guerrero.
El 12 de marzo fue la última noche flamenca de Casa Patas que no ha podido volver a abrir “por la crisis sanitaria y económica y las restricciones, eso ha hecho que perdiéramos más del 90 por ciento de nuestros clientes y por tanto de nuestra facturación y ha sido imposible mantenernos abiertos hasta que todo esto pase”, explica a COPE. Y es que la falta de turismo y las restricciones han dado la estocada definitiva a este negocio del que dependían unas cuarenta familias, entre empleados y artistas contratados cada semana.
Ante el avance de la pandemia, en junio decidieron el cierre definitivo “sobre todo para evitar la quiebra de la empresa”. “Una decisión muy dura, traumática y muy difícil”, cuenta Martín, “porque es una empresa familiar, la fundó mi padre, para nosotros era muy importante y una de las que más satisfacciones nos ha dado, además con un hueco importante en la vida cultural y eso anímicamente es un golpe muy duro”.
No obstante, no pierde la esperanza “es lo último que se pierde”, recalca, y “aunque hay mucha incertidumbre acerca de cuándo se podrán dar las circunstancias para poder abrir los negocios, eso nunca se descarta porque yo creo que cuando todo esto pase seguirá el interés de la gente por el flamenco”.
Para los establecimientos que siguen abiertos, el futuro se presenta con incertidumbre y con perspectivas poco halagüeñas con una facturación media de un 50 por ciento menos que antes de la pandemia. Para este puente las previsiones de facturación son un 40 por ciento menos que en el puente de Todos los Santos.