El futuro llega a las calles de Madrid: coches autónomos, drones y robots de reparto serán realidad en 2022

Hacer la compra del supermercado a través de una aplicación y que nos llegue a casa en un robot. Suena futurista pero será una realidad en enero si el ayuntamiento concede los permisos. No es el único invento que podremos ver pronto en las calles de Madrid. Un vehículo autónomo y que conduce solo, un 'foodtruck' autónomo o un dron de reparto de mercancias son los primeros pilotos que realizarán sus pruebas en La Nave de Villaverde, un espacio de pruebas -'Sandbox' en inglés- pionero en Europa.

El proyecto más avanzado es el robot de reparto. Mide 79 cms de alto, pesa 40 kilos y avanza a 5 kilómetros por hora. "Va por la acera, como si fuera un peatón más", explica Eduardo Uriarte, responsable de tecnología de Goggo, la empresa que lo ha desarrollado. Su objetivo es que empiece a probarse en el entorno de Goya y Retiro a principios de año, una vez se obtengan todos los permisos. "Si pides la compra por Glovo, es posible que te llegue este robot con la compra a casa", explica.

En resumen, este robot vendría a hacer el trabajo que en la actualidad realizan los 'riders', aunque con limitaciones. "No hay planes de sustituir a los 'riders'. Estos robots tienen todavía limitaciones. No pueden entrar en las casas, subir las escaleras. De momento, es un piloto del que queremos aprender", asegura Yohann Bensadoun, director de producto innovador de Glovo.

¿Y qué pasaría en caso de imprevisto durante el trayecto? Uriarte lo explica que "el robot esta equipado con cámaras y sensores. Si detectara algún percance, el operario que vigila las operaciones puede tomar el control en remoto".

La empresa de Uriarte tambien ha desarrollado otro de los proyectos, en este caso, un 'foodtruck' autónomo. Vendría a ser una especie de máquina expendedora autónoma que se mueve libremente para servir platos precocinados. "El punto diferencial es que ofrecemos comida de calidad que cargan los restaurantes", cuenta Uriarte. Tiene capacidad para 50 comensales y la idea es probarlo en la zona de las Cuatro Torres.

El tercer proyecto que se comenzará sus pruebas en este 'Sandbox' de Villaverde es un dron cuyo objetivo es transportar material entre hospitales, tales como medicamentos, utensilios o incluso órganos. "Ya conocemos cómo es el tráfico en Madrid. La alternativa aérea es la más rápida, sobre todo, para conectar zonas más deslocalizadas", explica Gema Ferrero, directora de Globalvia.

El gran problema, en este caso, es la estricta regulación aérea en materia de seguridad, pero también el tiempo. "Si de repente viene una bandada de aves o sopla el viento muchísimo, puede ser un problema. La clave es crear las rutas más adecuadas", expone.

En La Nave también se testeará el primer coche autónomo cien por cien español y rebautizado como 'Neva' por la Universidad de Nebrija y la empresa madrileña FEM Expert. Aparentemente, se trata de un utilitario corriente. La diferencia está al abrir el maletero y ver sus componentes electrónicos, que le hacen circular solo.

"Un coche autónomo tiene entre 200.000 y 500.000 euros solo en sonsores. Esto no es realista. Nuestro objetivo es democratizar esa tecnología", asegura el director del proyecto, Francisco Varela. De este modo, el precio de este vehículo podría reducirse en el mercado de 2 millones de euros, a 100.000 euros, aunque antes "hay que encontrar financiación para experimentar y solucionar errores" en un escenario a veces tan imprevisible como es una carretera.

Son los cuatro primeros proyectos de este 'Sandbox' de Villaverde, pionero en Europa, cuyo objetivo es hacer frente al gran problema que este tipo de inventos tienen para ser testados: la burocracia y la falta de regulación, y por consecuencia, convertir Madrid en un referente en innovación.