Las mejores bravas del mundo son madrileñas
José Luis Martínez, cocinero del restaurante Taberna y Media, se ha alzado con el primer premio del I Campeonato Mundial de Elaboración de Patatas Bravas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las Patatas Bravas de Alejandro. Ese es el nombre de las mejores bravas del mundo, realizadas por José Luis Martínez en su restaurante Taberna Y Media, cerca del Retiro y en pleno centro de Madrid. Pero, ¿Por qué se llaman así, si el que las hace se llama de manera distinta?
El hijo pequeño de Jose Luis, Alejandro, es un enamorado de la comida. A los 9 años ya sabía hacer arroces, y en muchos de los platos que hace Jose Luis, su hijo pequeño tiene un pequeño papel protagonista. En el caso de las bravas, resulta que la idea fue suya.
“Buscábamos una receta completamente distinta. Muchos bares de la zona hacían ya bravas, y nosotros queríamos hacer algo distinto, que llamase la atención de la gente” nos cuenta José Luis.
Partiendo de un puré de patata, y gracias a un mojo picón que probaron en Tenerife, a Alejandro se le ocurrió juntar ambas cosas para hacer las patatas bravas. José Luis consiguió dar con la receta final, pero el OK definitivo se lo tuvo que dar su hijo.
Con esta receta, sencilla y clásica, sin florituras como dice Jose Luis, este cocinero se ha hecho con el primer premio del primer Campeonato Mundial de Elaboración de Patatas Bravas, cuya final se celebró el pasado lunes en Palencia, en el Centro Tecnológico de Cereales, con todas las medidas de seguridad requeridas.
De entre un centenar de concursantes, y 18 finalistas, las patatas bravas de Alejandro se han proclamado ganadoras de forma unánime, según ha reconocido el jurado presidido por Miguel Cobos, cocinero burgalés con 1 estrella Michelín, y Edu González, conocido influencer y experto en bravas. Las han definido como una “original mezcla entre la tradición y la vanguardia”
Estas patatas son el plato estrella de su restaurante, Taberna y Media, tanto es así que a pesar de que a José Luis le gusta renovar su carta, las bravas “no se tocan”. “Hay gente que sólo viene por las bravas, y claro, no se las vas a quitar de la carta”.
Después de un año complicado para la hostelería, José Luis lo cierra con un reconocimiento que le pone muy feliz, y que quiere compartir con “todos los hosteleros y negocios, que lo han pasado muy mal. Tenemos que estar ahora más unidos que nunca”.