Un patio de colegio con vistas a una cocina fantasma

Los padres del colegio Miguel de Unamuno del barrio de Delicias están desesperados con las doce cocinas industriales que van a funcionar a 25 metros del centro educativo.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las famosas cocinas fantasmas atacan de nuevo en pleno centro de la capital. En el barrio de Delicias, en la calle Alejandro Ferrant número 8, una nave de 600 metros cuadrados se extiende en paralelo al CEIP Miguel de Unamuno. Las tres chimeneas industriales se ven desde el patio del colegio. “No tiene ningún sentido”, dice Noelia, una de las madres y vecina de la misma calle, “aquí hay 900 niños”.

Saben que la nave va a albergar doce cocinas de empresas distintas y cámaras frigoríficas para un servicio de catering. Hasta esta nave vendrán los repartidores de las distintas plataformas delivery para entregar los pedidos a domicilio. Los clientes también pueden acudir a la puerta del recinto para cogerlos ellos mismos. Todo esto lo saben porque lo han visto publicado en el portal de transparencia de la Comunidad de Madrid. Nadie les ha preguntado nada.

De momento hay dos cocinas funcionando. “Lo vemos en las plataformas de delivery”, dice Noelia. “De repente vimos unas chimeneas enormes que no sabíamos de dónde venían ni para qué eran. Nos pusimos a investigar, todos los vecinos del barrio, y lo vimos”. Los balcones y las ventanas de los pisos están llenos de carteles en contra.

Desde el ayuntamiento no les dicen mucho. Que no hay estudios que demuestren que los humos son nocivos para la salud. “Yo tengo el mismo argumento”, dice Noelia, “no los hay que digan que son perjudiciales, pero tampoco los hay que digan que sí lo son. No hay estudios, directamente”. Se reunieron con la consejería de Medio Ambiente y no sacaron nada en claro; solo que cuando hubiera un problema “realmente grave” tendrían las puertas del ayuntamiento abiertas. “¿Solo cuando mi hija tenga neumonía me puedo quejar?”.

A este problema se suma el de la seguridad vial. Este barrio residencial lleno de urbanizaciones familiares, parques, pistas de fútbol y baloncesto y un colegio, está protegido y pensado para que el tráfico no sea excesivo. Julie, otra de las madres del colegio, afirma que según los cálculos que han hecho (aquí se ayudan los unos a los otros) el tráfico del barrio puede aumentar en unos 400 o 500 vehículos al día entre repartidores y camiones de carga y descarga. “Hemos elegido este colegio para nuestros hijos por una serie de características que está perdiendo”, dice Julie.

En el pasado mes de julio el ayuntamiento de Madrid aprobó una normativa para restringir las licencias de estas cocinas fantasmas, también conocidas como dark kitchens. Prohibía las naves de más de 350 metros cuadrados en barrios residenciales y exigía que las entregas y las cargas y descargas se hicieran en el interior de los recintos para no dificultar el tráfico en la calle. Esta normativa entró en vigor después de las numerosas quejas de los vecinos de Tetuán y Prosperidad. “Hay hasta una plataforma de afectados por las cocinas fantasmas, imagínate”, dice Noelia. Sin embargo, esta normativa entró en vigor en julio y la licencia de la nave de 600 metros cuadrados del barrio de Delicias se concedió en marzo. No tiene carácter retroactivo.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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