Una mañana en Plaza Elíptica: trabajo ilegal sin remunerar

Cada mañana, cincuenta inmigrantes ilegales se ponen a la cola de la rotonda de Plaza Elíptica para subirse a los coches de empresarios que los contratan por días.

00:00

Una mañana en Plaza Elíptica: trabajo ilegal sin remunerar

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Hace mucho frío en Plaza Elíptica un jueves por la mañana de noviembre. El mercadillo de vía Luistana sigue su curso habitual, igual que la gente que va y viene en el metro, los chicos entran al colegio, los hombres con maletines se sientan a desayunar y las mayores más madrugadoras pasean con sus carros de la compra. Un protagonista más de las mañanas del barrio es el trabajo ilegal. Decenas de inmigrantes ilegales, parados y personas necesitadas se amontonan a los pies del bar Yakarta esperando a que pasen unos furgones a recogerles. Son “empresarios” que les contratan para todo el día para que trabajen en la obra, en reformas, en la recogida de fruta y verdura, en almacenes... Ocho, nueve, diez horas de jornada laboral por 50 euros, a veces por nada.

Said lleva 25 años en España, pero es de Marruecos. Dice que es casi español pero su acento todavía le delata. Vive en Madrid con su mujer y sus hijos. Es el único que lleva dinero a casa porque su esposa perdió su empleo con la pandemia. Todos los días va a Plaza Elíptica, a trabajar de lo que sea. “A veces no pagan”, dice, intentando explicarlo todo lo mejor que puede. “Estás con ellos toda la semana y el viernes te dicen que ya te llamarán. No te llaman y no te pagan”. Said dice que los “empresarios” -entrecomillas mejor-, son españoles, extranjeros..., “hay una mezcla”. Hace frío y hoy no pasa nadie.

Omar también es de Marruecos. Su familia sigue allí y él manda dinero cuando puede, pero se le ilumina la cara al decir que quiere que vengan aquí, quiere traerlos. “Madrid me gusta”, cuenta Omar, “antes estaba en Andalucía, desde hace 14 años. Pero hace tres meses me vine a Madrid. Aquí no hay tanto trabajo”. Sigue haciendo el mismo frío.

German llegó a España desde Honduras hace dos semanas. Le dijeron que en Plaza Elíptica había trabajo. “Es mi primer día aquí”, dice. Le pregunto si cree que le van a pagar, su mirada lo dice todo: “claro, ¿cómo no van a pagar?”. German era comercial en su país, ahora está dispuesto a hacer cualquier cosa. Las manos en los bolsillos, el tembleque de las piernas, (hace frío).

Larry dice que es “de África”, sin especificar, “pero soy más español, estoy casado con una española, mi hijo es español”. Dice que viene solo cuando no tiene trabajo, y que aquí sí le pagan. “Pero hay que trabajar bien, si no no te pagan. Yo soy oficial, a mí sí me pagan”. Lleva gorro, bufanda, guantes.

Una redada de la Policía Nacional ha ahuyentado a los “empresarios”. Lo hará, seguramente, durante un tiempo. Estos hombres pueden enfrentarse a penas de cárcel de dos a cinco años y a sanciones administrativas de seis a doce meses. Los trabajadores, los inmigrantes ilegales con permiso de residencia, pueden llegar a pagar multas de hasta 500 euros. Los que no tienen permiso, se enfrentan a sanciones de 10.000 euros. Ahora trabajarán menos porque pasarán menos “empresarios”. La pescadilla que se muerde la cola.

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

05:00 | 25 oct 2024 | boletin