La verdadera historia de Manuela Malasaña, el símbolo de las costureras durante el 2-M

Este domingo se festeja el día de la Comunidad de Madrid, y en una fecha tan señalada para millones de madrileños, no podíamos olvidar hablar de la importancia de Manuela Malasaña para la ciudad, aunque esta es más conocida como la ‘heroína de Malasaña’.

Muchos, cuando oigan hablar de este pseudónimo, pensarán que el distrito madrileño de Malasaña hace referencia, precisamente, a Manuela. No se equivocan. Bajo un contexto humilde, Manuela Malasaña (1791-1808) ejerció durante gran parte de su vida como costurera. Con orígenes de familia francesa, Manuela se convirtió en un icono de los levantamientos que tuvieron lugar la fecha que este domingo se conmemora. La historia cuenta que Manuela murió defendiendo el cuartel de Montelón, donde en la actualidad se ubica la plaza del 2 de mayo.

Y es que, Malasaña ejecutada con 17 años de edad por las tropas francesas, sus restos fueron llevados al Hospital de la Buena Dicha, que se utilizó como centro hospitalario para curar a los heridos.

La importancia de Malasaña en la historia de Madrid

Como todas las personas que murieron por defender su ciudad, Manuela tiene una especial importancia para los madrileños. Ella en concreto se convirtió en la número 74 en haber sido ejecutada, algo que ningún madrileño quiere olvidar.

Por ello, en la ciudad que ahora gobierna el popular Martínez-Almeida, desde la década de los 80 se le lleva conmemorando. Para empezar, se le dedicó una calle, posteriormente un barrio y por último una estación de metro (Línea 12 Manuela Malasaña).

La localidad de Móstoles también le ha dedicado una calle. Su muerte, a día de hoy, sigue siendo todavía un misterio, pero una de las leyenda afirma que antes de ser asesinada por las tropas francesas, para defenderse, usó unas tijeras de costura, lo que provocó que se convirtiera en un icono de la resistencia madrileña.