Así viven 1.200 personas en un espacio equivalente a dos campos de fútbol
Santa Cruz del Islote es la isla con mayor densidad de población del mundo, se encuentra a dos horas de la costa colombiana
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1.200 personas conviven en un espacio parecido a dos campos de fútbol en una isla situada a dos horas de las costas colombianas. Esta isla que se llama Santa Cruz del Islote, es un área muy reducida cuya densidad de población es cuatro veces mayor que la de la isla de Manhattan.
Su dimensión apenas supera los 200 metros de longitud y los 120 metros de ancho. No obstante, sus habitantes aprovechan hasta el último milímetro de terreno y dispone de colegios, dos tiendas e incluso un restaurante.
Una de las curiosidades más llamativas de esta isla, es que para enterrar a los difuntos, los vecinos de Santa Cruz del Islote deben acudir a islas cercanas. También, gran parte de sus residentes trabajan fuera de la isla y deben acudir a una zona continental usando un ferry.
¿Cuál es su origen?
Hace 150 años esta isla no tenía población pero, los nativos decidieron construir allí en 1870. Según los nativos, la no existencia de manglares ni playas y tampoco de mosquitos fue fundamental para que la población se asentara aquí. Este argumento ha sido recogido por las generaciones futuras y por eso no se han mudado a islas cercanas que son más factibles para conseguir agua y es más fácil cultivar.
El porcentaje de niños es muy alto
A pesar de ser una isla que tiene 150 años de historia, Santa Cruz del Islote es una de las islas más juveniles de la zona. Los jóvenes, aprenden las tareas de la mano de los más veteranos, pescar, remar sobre tablas de madera o flotadores son algunas de las actividades que realizan en el agua. Dentro de la isla, los niños se divierten practicando boxeo, escuchando música o jugando al fútbol.
El agua, un bien muy preciado
A pesar de estar rodeada del mar, lo que más se busca en Santa Cruz del Islote es agua potable para su consumo, debido a su escasez. Las garrafas de agua se van acumulando en las puertas de las casas, estas garrafas llegan en canoas y lanchas. Todos los vecinos colaboran para que el agua llegue a todos y cada uno de los vecinos.
La colaboración y la alegría de los niños, convierten a esta isla en una de las más especiales del mundo.