El drama de la trata de mujeres
Este fin de semana se reune el grupo Santa Marta, impulsado por el Papa y que lucha contra la trata de personas. Policías y ONGs trabajan a diario en España para hacerlo realidad.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este fin de semana se reúne en Madrid el Grupo Santa Marta, la iniciativa para la lucha contra la trata de personas impulsadas por el Papa Francisco. En este grupo están involucrados cuerpos de seguridad de 50 países, episcopados, organizaciones sociales y representantes de varias confesiones religiosas. España, el país anfitrión, lucha contra esta lacra en una perfecta coordinación fruto del voluntarismo de profesionales de la administración pública y privada.
Y cuando decimos voluntarismo es tal cual, la buena voluntad de Fuerzas de Seguridad del Estado y ONGs, detrás de ellas muchas órdenes religiosas, que trabajan de forma coordinada sin un protocolo de actuación. Es alguno de los peldaños que quedan por convertir al Plan Nacional contra la trata de Personas en algo casi perfecto.
Desde la UCRIF, Policía Nacional trabajan en grupos especializados por nacionalidades en la investigación de redes internacionales que se dedican al tráfico de personas con fines de explotación sexual. En 2014 la policía pudo detectar a 14.000 víctimas muchas de ellas menores, en un negocio que mueve al día cinco millones de euros. España es cabeza y pionera en la lucha contra la trata, porque desgraciadamente nuestra situación geográfica nos convierte en puerta y paso de todas las rutas internacionales para las mafias traficantes.
El primer Plan Nacional se puso en marcha en 2012 como recuerda José Nieto, inspector jefe de inteligencia de la UCRIF: “Venimos desde el 2001 trabajando en materia de trata, tráfico, falsificación de documentos etc. Se creó una unidad especial para la investigación, a lo que dedicamos el 100% del tiempo. Los grupos trabajan especializados por nacionalidades muy concretas por eso hay tantos grupos: Sudamerica, Africa del Norte, dos grupos para Rumanía....son especialistas en estos temas y permite una mejor atención a las víctimas entre otras cosas. El trabajo es mucho mas efectivo. Otros países nos han copiado. Este plan se refuerza con cursos, con más experiencia internacional de lo que está ocurriendo...”
Isela es rumana, tiene que distorsionar su imagen y su voz para contarnos su historia, la de una mujer engañada con promesas de trabajo, maltratada física y psicológicamente mientras trabajaba en un club de alterne del que consiguió escapar. El chantaje con matarla a ella, matar a su hijo, hacer daño a su familia en Rumanía, le frenó durante mucho tiempo hasta que ya no pudo más y denunció.
Marta González es la coordinadora del Proyecto Esperanza de las Adoratrices, una congregación volcada en el apoyo a las víctimas desde 1999. “La intervención, los procesos de recuperación son muy distintos según el perfil de la mujer. Trabajamos de manera muy individualizada para dar a cada mujer la respuesta que ellas necesitan, trabajamos con mujeres que acaban de cumplir dieciocho años, otras tienen cuarenta. Hay mujeres que han estado meses o años sometidas, o han estado solo unos días unas semanas, y han podido escapar, sus realidades son muy diferentes sus contextos naturales, su formación, trabajamos con cada mujer en exclusiva, con una educadora de referencia y se trabaja un proyecto de intervención individual. El tiempo de recuperación depende mucho de estos factores. El proceso de recuperación es difícil, lento y complicado y a veces hay dificultades, estamos hablando de una violación muy grave de los derechos humanos como persona”
Mujeres como Isela tienen miedo de la policía, para la mayoría son su gran enemigo porque vienen de países donde la corrupción policial está por encima de los derechos de las personas. José Nieto recuerda “Ven a sus explotadores en un principio como sus salvadores porque les sacan de allí y les suben en un avión, con un pasaporte, estoy en Europa... es un síndrome de Estocolmo. Hay que explicarles que los buenos somos nosotros, que los otros las quieren explotar, de ahí la importancia de las ONG” En el Proyecto Esperanza se les da confianza, se les ayuda a avanzar “ Lo que queremos es dar respuesta a sus necesidades alojamiento, un lugar seguro donde vivir, ayuda medica, jurídica, que puedan estudiar, formarse y buscar un nuevo empleo. Trabajamos para la sensibilización y formación de los profesionales, hacer propuestas para que la ley mejore, la coordinación mejore y la protección mejore”.
Todo este trabajo ha permitido en 2014 que el Proyecto Esperanza atienda a 88 víctimas de Trata de forma integral. Pero queda mucho camino por hacer como recuerda Marta Gonzalez :”Por ejemplo el consejo de Europa ha hecho recomendaciones para que mejore el enfoque integral de la lucha contra la trata, abordar todas las tratas no solo la explotación sexual, nos volcamos más porque es la más habitual pero hace falta trabajar en la trata para explotación en la mendicidad, o la explotación laboral que no se recoge en los actuales planes. Es importante que las autoridades lo tengan en cuenta. Otro aspecto que se ha mejorado, pero no de forma suficiente, es adoptar medidas para menores victimas de trata, España ya lo debería haber cumplido porque no hay un sistema adecuado para incidir en su identificación y darle su apoyo. Hay que mejorar en la protección a las victimas y testigos en los procesos penales. No hay recursos suficientes para garantizar medidas de protección. Garantizar el derecho a compensación que tiene una víctima de trata. Habiendo una sentencia para que la victima sea indemnizada los explotadores se declaran insolventes y ellas se quedan sin cobrarla, el estado tiene que establecer un fondo para garantizar la compensación”
Concienciar a través de la información es clave para despertar conciencias. José Nieto lleva muchos años luchando contra esta lacra “Detrás de esos neones, detrás de estas mujeres en polígonos, detrás de estos clubes hay gente vigilándolas, manipulándolas, sometiéndolas. No hay un ocio, hay un negocio. Intentamos que el consumidor de prostitución entienda que los cincuenta euros no las ayudan, las esclavizan más”
Policías, Ongs, Fiscalía y muchos voluntarios trabajan diariamente en España para hacer efectiva la petición de la coherencia y del Papa Francisco “que cuantos tienen responsabilidades de gobierno se esmeren con decisión en erradicar las causas de esta vergonzosa plaga, indigna de una sociedad civil “