Javier Reyero en Fin de Semana: “De los diez españoles del Titanic se salvaron siete”

Diez españoles se embarcaban en el Titanic y se sentían afortunados. ¿Quiénes lograron sobrevivir? Lo conocemos con ayuda de Javier Reyero, periodista y coautor de 'Los de diez del Titanic'. Él explica que “los pasajes eran muy caros, y entre los diez españoles no había ninguno que viajara en tercera clase, no había emigrantes. En aquella época los españoles no hablábamos inglés y emigrábamos a donde se hablaba nuestro idioma”.

Curiosamente, de los 10 españoles sobrevivieron 7, algo inversamente proporcional al ratio del propio Titanic: “Entre tripulantes, cuerpos auxiliares y pasajeros, había 2.222 personas embarcadas y no iba al máximo de su capacidad. Mueren el 70 %, se salvan 704. Españoles se salvaron 7 de los 10. Las cinco mujeres mujeres que se salvan, las españolas, son las únicas mujeres del barco, luego para salvarse en él, había que ser española y mujer, vistos los datos estadísticos”.

Hablando de la tragia en sí, Reyero cuenta que “es importante que situemos la acción porque a las 23.30 de la noche es el barco más ostentoso de la época, y la temperatura dentro del barco, con todos los lujos, era sensacional. Cuando dicen 'parece que hemos tenido un problema, convendría salir a las cubiertas de botes para evacuar', la gente era muy reticente. En parte por culpa de la tripulación y en parte culpa del confort y de no querer abandonarlo, los primeros botes salvavidas, con capacidad para 65 personas, salen con apenas 20. La tripulación no tiene determinación y los pasajeros no veían claro subirse a un bote”. “Luego el barco empieza a escorar”, prosigue el periodista, “se pone más complicado, pasa el tiempo, y cuando algunas personas intentan ir a los botes, y ya no están. La catástrofe, que ya lo era, aumenta por eso”.

¿Qué sabemos de la taquillera película del visionario director James Cameron? Reyero asegura que “es muy fiel a la realidad. Más allá de la historia de Jack y Rose, Cameron es un investigador del Titanic y es el único civil que ha bajado al punto más profundo de la sima de las marianas, y hace falta mucho valor. Es tan fiel (con algunas licencias) que, coincidiendo con el centenario del hundimiento, financió un documental en el que, con magníficos expertos de ingeniería de rescate naval, analiza su película para ver qué podrían haber mejorado. Tiene una incluso una licencia de National Geographic como experto en el Titanic. Para producir la película tuvieron que involucrarse dos 'majors' y él mismo se endeuda, pero luego gana (y sigue ganando) muchísimo”.

En cuanto a la temática del libro, nos hace un perfil de los españoles que iban en el barco: “Víctor Peñasco y María Josefa, recién casados y de luna de mil. Iban en camarotes de lujo y llevaban 16 meses de luna de miel. Además en primera clase iba la dama de compañía de Pepita Peñasco, Fermina Oliva, una costurera. Y en primera clase iba también Servando Ovies, un asturiano de Avilés, un gran empresario español de Cuba”.

Había otros cinco españoles que viajaban en segunda clase: “Dos catalanes que eran amigos y tenían negocios en Barcelona y los venden para emigrar a Cuba, y se llevan a la novia de uno de ellos y a su hermana. En segunda también viaja Encarnación Reinaldo, nacida en Marbella, que había trabajado en Gibraltar para familias británicas e iba a Nueva York a ver a su hermana”.

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El décimo español es el único que formaba parte de la tripulación, “un chico de 20 años, Juan Monros, de Barcelona. Se había ido a Londres a conocer mundo, aunque no tenía ni idea del negocio de la hostelería, pero logra un puesto de ayudante de camarero porque hablaba muchos idiomas: español, catalán, francés e inglés”.

¿Quiénes fallecieron? “Mueren Víctor Peñasco, Servando Ovies y Juan Monros. La historia más impactante, que conocía Cameron, es la de Víctor y Pepita: eran muy jóvenes con 24 y 21 años al casarse, de familias muy adineradas. Estando en París ven la publicidad del Titanic y piensan que puede ser el colofón perfecto para la luna de miel. Ella se salva, pero él no. Su despedida de su mujer fue 'que seas muy feliz'”.