Liberan a un joven secuestrado por una peligrosa banda en Toledo

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Juan Baño, jefe de Interior de COPE

Juan Baño

Publicado el - Actualizado

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La Guardia Civil ha liberado a un joven que fue secuestrado en la provincia de Toledo por una peligrosa banda que le tuvo encerrado durante horas en un cuarto de baño de un local abandonado, sin luz ni calefacción, atado de pies y manos y amordazado.

Según ha informado la Dirección General del instituto armado, el joven fue abordado el pasado 21 de noviembre en las inmediaciones de su domicilio en la localidad toledana de Santa Olalla por unos desconocidos que le introdujeron en un vehículo, le taparon los ojos y abandonaron rápidamente el municipio.

Poco después, los secuestradores se pusieron en contacto con su familia, a la que extorsionaron y exigieron que hiciera efectivo un primer pago de 45.000 euros a cambio de liberar al rehén.

“Haced todo lo que os digan”, le dijo la víctima por teléfono a su madre a las doce de la noche del 21 al 22 de noviembre. Se encontraba maniatado y acompañado por sus secuestradores: dos españoles y un rumano, viejos conocidos de la policía, le habían aborado cuando llegaba a casa en la localidad toledana de Santa Olaya. Son, sorprendentemente para los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, de la misma zona que la víctima. Eso les permitía saber que la familia del joven tiene capacidad económica suficiente para hacer frente a la extorsión que propusieron: un primer pago de 45.000 euros.

La cantidad fue precisada en la segunda llamada que, según ha sabido cope en fuentes de la investigación, se produjo poco después de las 3 de la madrugada del día 22. Los delincuentes amenazan con matar a su víctima si se daba cuenta de los hechos a la policía, pero para esta hora la Guardia Civil de Torrijos ya estaba en la pista y, tras unas primeras pesquisas, se incorporó de inmediato el grupo de secuestros de la UCO. La cosa, conocido el perfil de los secuestradores, podía ir en serio.

A las 3 de la tarde la familia volvió a recibir una tercera y última comunicación concretan la forma en la que se tenía que producir el pago de la cantidad de dinero exigida. La benemérita trabajaba ya con un despliegue importante en la zona. Se buscaba al secuestrado entre Santa Olaya y la localidad no lejana de Casar de Escalona, también en Toledo. Con la policía tras sus suelas, los secuestradores decidieron poner en libertad a su victima bajo la amenaza, tambien de muerte, de hacer efectivo el pago del dinero convenido. De lo contrario irían a por el o a por su familia. Con el joven ya libre se pudo reconstruir todos los pasos de este “secuestro de extorsión, no express”, como puntualiza un miembro del equipo investigador a COPE.

El secuestrado estuvo retenido en los baños de de un burdel abandonado en la zona. Atado de pies y manos, amordazado y con los ojos vendados. UN par de veces lo sacaron fuera para volver con él al mismo escondite. Los secuestradores tienen antecedentes por tráfico de drogas, extorsión y lesiones. Están ligados al mundo de la noche y la seguridad, según las mismas fuentes de la investigación. La Guardia Civil se ha incautado en los registros de dos pistolas, estupefacientes y tres vehículos. Dos de ellos fueron utilizados en los traslados de la víctima. El juez ha decretado el ingreso en prisión de los tres detenidos.

De no hacerlo, amenazaron a la familia con acabar con la vida del joven si, además, alertaban a las fuerzas de seguridad.

Tras varias horas en las que el secuestrado fue cambiado de lugar de cautiverio en diversas ocasiones y pese a las medidas de seguridad que empleaban en sus desplazamientos, con continuas comprobaciones y vigilancias para evitar ser detectados, los investigadores averiguaron que se encontraba retenido en algún lugar entre las localidades de Santa Olalla y el Casar de Escalona.

Ante la presión policial derivada del amplio dispositivo desplegado por unidades de la Guardia Civil especializadas en secuestros, los autores liberaron a la víctima antes de realizar el pago de su rescate.

Poco después, la Guardia Civil procedió a la detención de tres individuos por su supuesta implicación en el rapto, dos de ellos españoles y uno de nacionalidad rumana.

De igual forma los agentes realizaron cuatro registros, en los que se intervinieron armas de fuego y sustancias estupefacientes, así como los vehículos empleados para la comisión del secuestro.

La víctima, que fue trasladada al centro de salud, no presentaba más lesiones que las provocadas en las muñecas y en las piernas por las ataduras, aunque se encontraba aturdido debido a la vivencia sufrida.

Según el resultado de las pesquisas, la trama fue urdida por unos peligrosos delincuentes de la zona, conocidos por la posesión de armas de fuego, su vinculación con el tráfico de drogas y el empleo de una violencia extrema en sus acciones.

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