¿Por qué la borrasca 'Ana' se llama así?
Se seguirá una lista con diferentes nombres a partir de ahora
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nueve provincias del norte peninsular se encuentran en alerta roja por "riesgo extremo" de rachas de viento muy fuertes, que podrían alcanzar los 140 kilómetros por hora, debido al paso de un frente muy activo asociado a la profunda borrasca 'Ana', que será especialmente intensa las próximas 24 horas.
Se trata de la primera borrasca que recibe un nombre propio en España después de que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tomara la decisión de dar nombre desde este mes a las borrascas profundas, de carácter atlántico, que afecten a España, Francia y Portugal y que produzcan un gran impacto en bienes y en las personas.
El hecho de nombrar a las borrascas profundas favorecerá que la comunicación sea más efectiva ante episodios adversos de viento, de fenómenos costeros, de lluvia y de nieve, ha señalado la agencia en una nota.
La Aemet ha recordado que una borrasca o depresión es un tipo de ciclón (huracanes, tifones y bajas polares, entre otros) que se desarrolla en latitudes medias y donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj dentro del hemisferio norte.
La borrasca solo se nombrará cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de alertas de viento, naranja o rojo, y que en el caso de España alcancen rachas máximas superiores a los 90, 100 y 110 kilómetros por hora en función de las zonas.
De esta manera, el servicio meteorológico de cualquiera de los tres países que prevea emitir el primer aviso dará nombre a la borrasca siguiendo la siguiente lista e informando a los otros dos países: Ana, Bruno, Carmen, David, Emma, Félix, Gisele, Hugo, Irene, Jose, Katia, Le, Marina, Nuno, Olivia, Pierre, Rosa, Samuel, Telma, Vasco y Wiam.
En el caso de que la borrasca sea postropical o extratropical, y por tanto ya haya sido nombrada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, se deberá usar el mismo nombre añadiendo el prefijo "ex".
La Aemet ha subrayado que la borrasca mantendrá el mismo nombre a lo largo de todo su ciclo de vida, y, de momento, solo se nombrarán las borrascas atlánticas y no las mediterráneas, que se intentarán abordar en un futuro.
Esta nueva forma de comunicar fenómenos adversos, se desarrolla en el marco de EUMETNET, organización cuyo objetivo es asegurar y facilitar la cooperación entre los Servicios Meteorológicos Nacionales de Europa, y en coordinación con MétéoFrance (Francia) e IPMA (Portugal).