¿Cuándo puedo y con qué fármacos puedo automedicarme sin riesgo?

Sigue aumentando el número de españoles que se automedican: lo hacen 4 de cada 10.

Sefi García

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

Son los jóvenes de 18 a 25 años los que más toman medicamentos por su cuenta. Dicen saber lo que les va a recetar el médico o que lo que les ocurre no es grave para justificarlo. Dos de cada 10 lo hacen por las listas de espera en la atención primaria.

Dos de cada 10 se automedican para evitar las largas esperas en la atención primaria. Son datos del VII estudio sobre salud y estilo de vida realizado por la Fundación Aegón. Revela el informe que el número de españoles que se automedican ha subido casi 4 puntos con respecto al año anterior.

Tomar medicamentos sin que un médico te lo recete tiene su cara y su envés. Ir a una farmacia, explicar los síntomas y seguir la recomendación del profesional sanitario “puede ser incluso beneficioso”, asegura el médico de atención primaria pablo Panero. “La automedicación con medicamentos que son relativamente inocuos, sino inocuos para cosas banales, la OMS casi nos recomienda porque en determinadas circunstancias pueden ser beneficiosos para la salud”.

Analgésicos y antiinflamatorios

El estudio asegura que el 72,5% de las personas que se automedican toman analgésicos y antiinflamatorios. Algo que hacemos casi todos para dolores o molestias puntuales. 

Más las mujeres (75,4%) y personas entre 41 y 55 años (80,5%). Aun así hay que tener cuidado tanto con la dosis “que debe ser la mínima” como con las circunstancia de salud “porque no es lo mismo alguien con una salud relativamente normal, que una embarazada, un niño pequeño o una persona que tenga un problema nefrológico”, insiste el doctor Panero.

“estamos hablando de medicamentos que no requieren prescripción médica-aclara la farmacéutica Raquel Varas-porque están autorizados para aliviar o mejorar síntomas autolimitados o menores que es como llamamos a este tipo de soluciones, y el farmacéutico siempre tiene herramientas en la mano para conocer de verdad si este paciente va a necesitar algo para tratarlo o es importante que vaya al médico. Ahora que vamos hacia las Navidades por ejemplo todo lo que favorezca las digestiones o el estreñimiento todo este tipo de productos, es muy habitual, pero no son de consumo crónico, y eso hay que tenerlo muy en cuenta”.

      
             
      

Mucho cuidado

Un consumo prolongado de estos medicamentos que no necesitan prescripción médica pueden ocultar síntomas de enfermedades o cronificar otras. Si abusamos de los analgésicos “hay temas tan graves que, por ejemplo, que pueden tener migraña y al no estar diagnosticado puede estar generando una migraña crónica por abuso de analgésicos que tiene complicaciones muy graves, puede provocarte una alteración hepática o renal y además puedes tener una adicción a este tipo de productos que vas consumiendo cada vvez más. Pero también el abuso de medicamentos puede gernrar problemas patológicos como hemorragia digestiva, problemas hepáticos o hipertensión y diabetes. Al final terminan en urgencias, cuando hubise sido más fácil haber ido antes al médico de cabecera. Sin mencionar los efectos secundarios que pueden producir todos los medicamentos”

Automedicación controlada, vale. Autoprescripción, nunca

Una cosa es la automedicación controlada y otro es la autoprescripción. Si bien la primera puede ser beneficiosa, la segunda es peligrosísima. Y seguimos consumiendo medicamentos que necesitan receta sin parar por las manos de un médico: Entre los 18 y los 25 años, uno de cada 4 toman ansiolíticos, el mismo porcentaje que consume antibióticos sin prescripción entre los 26 y los 40 años.

“Los restos de los botiquines en las casas-nos dice la farmacéutica- han sido toda la vida una rémora, y la prescripción que siempre hace un profesional sanitario es para un momento concreto, para una persona concreta y con una situación específica, no vale todo para todo el mundo”.

      
             
      

No debemos echar mano de medicamentos de otros porque nos lo recomiende un influencer o porque un amigo o un familiar nos asegure que le sentó muy bien. Tampoco si es un medicamento que nosotros hemos tomado en otro momento y nos sentó bien.

“El problema es que nos sobra medicamento porque no somos cumplidores. De un tratamiento antibiótico, o para la ansiedad-explica el doctor Panero- nos ha sobrado porque no lo hemos hecho correctamente en su momento. Y ese acúmulo de medicamento se nos va a quedar en el botiquín y ahí viene el problema, porque si nos lo tomamos en otro momento sin consejo del médico, puede tener repercusiones para nuestra salud”.

Los profesionales de la salud nos recomiendan por tanto tomar algún medicamento que no precise de receta para síntomas leves y por poco tiempo, sólo si no hay problemas de salud previa. Si no nos mejora, al médico. No te autoprescribas nunca, si sobra medicamente con receta y está en tu botiquín, llévalo al punto sigre. Evita tentaciones.

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