Evita este alimento para retrasar el desarrollo del Alzheimer: Especial cuidado si eres mujer

A pesar de que las Navidades son una época de alegría y celebración, no podemos evitar acordarnos de aquellos que ya no están o que, aunque sigan con nosotros, su condición física y mental les impide poder celebrar como siempre.

Una de las enfermedades que más duro golpea es el Alzheimer, sobre todo, en un momento en el que valoramos tanto la memoria y los buenos momentos que compartimos. En España, actualmente hay 800.000 personas que padecen esta enfermedad neurológica, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Esta organización ha señalado que cada año se diagnostican en nuestro país alrededor de unos 40.000 nuevos casos, pero lo más destacable es que en el 35% de las personas, el desarrollo de la enfermedad se atribuye a una serie de factores de riesgo modificables.

Cuidado con lo que comemos

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Entre estos, podemos encontrar algunos como la diabetes, la hipertensión arterial o la obesidad, factores que podemos relacionar directamente con nuestra alimentación. Y aunque sepamos que el deterioro del cerebro está muy asociado a la edad, lo que comemos va a contribuir a acelerar o frenar el proceso.

Las mujeres han estado más expuestas a esta enfermedad debido a su mayor esperanza de vida, sin embargo, la neuróloga Lisa Mosconi ha destacado diferencias en el cerebro de mujeres y hombres que pueden ayudarnos a saber más cómo surge y afecta este tipo de demencia.

Tras más de 20 años de investigación, destaca los alimentos que, de comerlos, pueden hacer que se acelere la pérdida de la memoria. Estos alimentos son, en su mayoría, evidentes, pero no por ello dejan de ser opciones a las que recurrimos con demasiada frecuencia.

Estos son los alimentos que debes evitar

Con las prisas del día a día o, simplemente, por el sabor de los aditivos y azúcares que llevan, los alimentos ultraprocesados han conseguido colarse en nuestra dieta. Sin embargo, estos no nos van a proporcionar los nutrientes necesarios como la fibra o la proteína.

Por otra parte, también tenemos que tener mucho cuidado con los fritos. El cerebro sufre por el efecto que tienen en la circulación sanguínea por la gran cantidad de aceite y sus grasas saturadas y trans. Un mal flujo de la sangre va a perjudicar a nuestra capacidad para almacenar información.

Aunque en Navidad seguro que hemos tomado platos con una preparación más contundente que solo freir o calentar algo precocinado, lo más probable es que sí qué nos hayamos pasado con los dulces. 

Si bien es cierto que la glucosa nos proporciona una energía muy beneficiosa para el cerebro, tenemos que tener cuidado de no excedernos con su consumo, ya que está relacionado con la pérdida de habilidades cognitivas. 

Por último, algo con lo que puede que también nos hayamos pasado en estas fechas es el alcohol. Este ya es perjudicial de por sí solo, ya que favorece la destrucción de neuronas y, por consiguiente, contribuye al desarrollo de enfermedades neurológicas.

La otra cara de la moneda

Por supuesto, hay alimentos que nos van a permitir mantener un cerebro lo más joven y sano posible. Estos son, por ejemplo, el boniato (muy rico en antioxidantes), los frutos rojos, las ciruelas y el pescado.