204 animales y plantas están en riesgo de desaparecer en España

El cambio climático y el modelo económico aceleran la destrucción de hábitats

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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El número de especies en peligro de extinción supera los 41.000, y amenazadas hay 150.000 en todo el mundo. En España, según el Ministerio de Transición Ecológica hay 204 animales y plantas en peligro de desaparecer. Quizás el lobo, el lince ibérico o el quebrantahuesos sean las más conocidas, pero 23 de los 74 animales amenazados en nuestro país son aves, las más perjudicadas, seguidas de insectos y peces. A esto hay que sumarle otras 130 especies de flora en peligro y un total de 630 protegidas. Detrás de esta situación los expertos consultados por COPE sitúan la destrucción de hábitats por el modelo económico y el cambio climático.

Para que una especie animal o vegetal sea declarada ‘en peligro de extinción’ tiene que seguir las evaluaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Así entrará en la Lista Roja, la principal referencia a nivel mundial en esta cuestión. Forman parte de este organismo más de 1.400 organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil, y cuenta con 15.000 expertos.

El hombre doble causante a corto y largo plazo

El hombre es la principal causa de la extinción de especies, y tiene dos maneras de actuar: a corto plazo destruyendo su hábitat y a largo plazo afectando al clima. La agricultura intensiva está detrás del descenso de muchas especies que se quedan sin espacios que antes ocupaban y donde garantizaban su pervivencia. Este tipo de cultivos apartan a muchas especies que necesitan de una vegetación concreta para anidar o alimentarse.

Según explica en COPE Fernando Gutiérrez, cazador y ambientólogo, es más rápido recuperar zonas quemadas por incendios que áreas cultivadas de forma intensiva. Si bien, el incendio provoca un daño muy intenso, los mecanismos de regeneración natural se ponen en marcha de forma inmediata, pero ante las sustancias químicas que necesitan los cultivos agrícolas intensivos.

Aunque Fernando trabaja en el campo, pone un ejemplo que visualiza la crisis que viven algunas especies: ‘‘Lo podemos ver todos, los que son más o menos de mi quinta (rondo los cuarenta), seguro que recordamos ir en el coche con nuestros padres y el parabrisas llenarse de bichos. Hoy en día eso no ocurre’’.

A ello hay que añadir que el cambio climático es algo natural, pero la mano del hombre lo modifica y acelera, por ejemplo, calentando el planeta con gases de efecto invernadero que igualmente acaban destruyendo el hábitat de animales y plantas.

Alejandro Martínez es también cazador en Soria y Cuenca, asegura que el papel de él y sus compañeros es fundamental en el mantenimiento del monte para cuidar a estas especies, por ejemplo instalando comederos y puntos de bebida.

¿Cómo nos impacta la destrucción de especies?

Según Francesco de Bello, ecólogo del CSIC, los animales y plantas vinculados a los ‘servicios ecosistémicos’, es decir, los que benefician nuestra vida, por ejemplo, oxigenando el aire (plantas) y el agua (organismos como el plancton) son algunos de los que pueden tener mayor impacto para el ser humano.

También esencial es la labor de los insectos polinizadores (abejas, mariposas, etc.), que permiten la reproducción de las plantas que nos alimentan. Son los ‘grandes ingenieros’ con funciones únicas. Los ecosistemas están preparados para autorregularse, suplir, según qué especie, pero, según explica Bello, no al ritmo en que se están reduciendo y extinguiendo en las últimas décadas.

Las aves son los animales más amenazados de nuestro país. Su papel consiste en dispersar semillas, comer la carroña o comer insectos que pueden perjudicar a cultivos. La destrucción de los hábitats son el factor clave de la desaparición de las especies, y, por ello, los expertos insisten en la necesidad de conservar los hábitats mediante la creación de zonas protegidas como Doñana y la preservación de ecosistemas marinos y terrestres.