Científicos alemanes encuentran la causa por la que tu cara, espalda o pecho sufre acné
22.870.000 personas en la Unión Europea ven marcada su vida por una de las enfermedades de la piel más común. La alimentación puede dar un vuelco a este padecimiento
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las enfermedades de la piel como el acné, la psoriasis o la rosácea, entre otras, son de los problemas de salud más comunes en todo el mundo. Pero su generalidad no evita las consecuencias psicológicas, sociales e, incluso financieras, que a su vez padecen las personas afectadas por el problema y sus familias.
Hay problemas de la piel crónicos e incurables como la psoriasis y el eczema que están unidos a una importante morbilidad en forma de malestar físico y deterioro de la calidad de vida de los pacientes; y hay enfermedades malignas, como el melanoma, que incluso conllevan una mortalidad sustancial. Pero no todas son tan extremas, hay problemas que se pueden solucionar y de forma sencilla, simplemente cambiando los hábitos alimenticios.
El efecto de las enfermedades de la piel en la calidad de vida de los pacientes
Las enfermedades de la piel son, sin duda, un hándicap para quienes las padecen. La psoriasis lleva a muchos personas a modificar hasta sus hábitos de vestir para no mostrar los signos evidentes de sufrir esta enfermedad y es solo un ejemplo. Hasta el acné, quizá el problema cutáneo menos grave, tiene un impacto negativo en la calidad de vida de la persona afectada.
"Hay quien experimenta una angustia psicológica y social significativa, como mayores niveles de depresión y miedo al estigma. Las enfermedades de la piel también pueden afectar la vida laboral de los pacientes al hacer que falten al trabajo o sean menos productivos", [según el trabajo de los doctores Judith Hong, Bonnie Koo, Juan Koo titulado 'El impacto psicosocial y laboral de las enfermedades crónicas de la piel'].
Hay una relación muy estrecha entre mente y enfermedad de la piel. La autoestima suele sufrir con este tipo de enfermedades. Está demostrado que hay vinculación entre el acné y la ansiedad. El trabajo conjunto entre psicólogos y dermatólogos "Acné vulgar y riesgo de depresión y ansiedad: una revisión metaanalítica" concluye que "debido al gran riesgo de depresión y ansiedad, los médicos deben buscar un tratamiento agresivo para el acné y considerar exámenes de detección o referencias psiquiátricas (especialmente entre los jóvenes)".
Pues se acaba de dar un paso de gigante para que muchas personas afectadas puedan poner fin a este problema. Investigadores alemanes han encontrado una vinculación estrecha entre el acné y la alimentación, entre el acné y la ausencia de ácidos grasos omega-3 esenciales para muchas funciones de nuestro organismo y, también, para fulminar de nuestra piel, el acné.
Espinillas, granos de punta blanca o barros profundos y dolorosos, que parecen quistes, son diferentes tipos de acné que aparecen en cara, cuello, espalda, pecho y hombros. Si el acné es intenso deja marcas en el rostro o en el cuerpo; si es severo, lleva a generar malestar general, fiebre y abscesos grandes, así como dolor muscular y articular.
La ausencia de este nutriente, causa del acné
Los cardiólogos llevan tiempo insistiendo en la importancia de consumir esta sustancia para mantener los niveles normales de colesterol y así tener una buena salud cardiovascular. También hay otras ramas de la medicina que subrayan como al tomar "estos ácidos no producidos por nuestro cuerpo y que debemos incorporar al organismo mediante la alimentación" sentiremos "beneficios en diferentes procesos fisiológicos ya que se distribuyen a través de todas las células del organismo y modifican la composición y la función de la membrana plasmática de las mismas".
Tanta es la importancia del omega-3, que su ausencia puede ser la causa de problemas que nos alteran el desarrollo normal de nuestra vida, y uno de esos problemas- como ya hemos visto- es el acné que puede provocar hasta depresión y angustia en quien lo sufre.
Dermatólogos de la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich han establecido un vínculo crucial entre el acné y un déficit de ácidos grasos omega-3. Su investigación va a suponer nuevas oportunidades para el tratamiento de una enfermedad que afecta a casi 23 millones de personas (22.870.000), tan solo, en Europa.
El equipo de Dermatología y Alergia de la universidad de Múnich tras estudiar a 100 pacientes diagnosticados de acné y, mediante la medición de parámetros nutricionales en la sangre, ha descubierto que el 94% de los pacientes tenía niveles de ácidos grasos omega-3 inferiores a los recomendados (8-11%).
Los resultados llevaron al equipo de la doctora Anne Guertler a investigar la dieta de los pacientes lo que les permitió descubrir que aquellos que decían consumir regularmente legumbres, como garbanzos y lentejas, además de abstenerse de consumir aceite de girasol, tenían niveles más altos del ácido graso clave.
En el estudio, los pacientes con niveles de omega-3 inferiores al 8% mostraban niveles más altos de la proteína IGF-1 (Insulin-like Growth Factor 1), en comparación con los pacientes sin déficit de este nutriente. Cuando los pacientes se subdividieron en grupos con un déficit grave inferior al 4%, los niveles de la hormona inductora del acné aumentaron aún más.
La importancia de la alimentación en la eliminación de este problema para la piel
Los dermatólogos que han llevado a cabo la investigación han pedido a los médicos que pregunten a los pacientes con acné por sus hábitos alimentarios cuando les hablen del diagnóstico y el tratamiento de su enfermedad.
"La nutrición desempeña un papel fundamental en la prevención, la aparición y la evolución de muchas enfermedades, incluidos los trastornos dermatológicos como el acné vulgar", afirma la doctora Anne Guertler que subraya que "durante años se ha atribuido un impacto negativo para el acné vulgar a la dieta occidental debido a sus efectos directos sobre los niveles de IGF-1. Los ácidos grasos (AG) omega-3 parecen ser los más prometedores debido a sus efectos antiinflamatorios".
Asli Bilgic, profesor adjunto del Departamento de Dermatología y Venereología de la Universidad de Akdeniz (Turquía) y miembro del Comité de Comunicaciones de la EADV, asegura que los hallazgos del equipo de la Universidad de Munich "refuerzan la idea de que una dieta saludable es esencial para la remisión a largo plazo del acné vulgar: el objetivo del presente estudio era explorar los niveles sanguíneos de omega-3-FA de los pacientes con acné en los eritrocitos (glóbulos rojos) y correlacionarlos con la gravedad clínica de la enfermedad y los hábitos alimentarios de los pacientes. Mientras que los datos presentan una tendencia al déficit de omega-3-FA en la población general, nuestro estudio esboza un agravamiento en los pacientes con acné".
"Esta apasionante investigación nos ayuda a dar un paso más hacia la provisión de tratamientos eficaces para los millones de personas que se enfrentan a la vergüenza y el estigma de esta afección cutánea, buscando más allá de las pomadas tópicas para la piel y los tratamientos sistémicos clásicos una vía que puede tener beneficios adicionales para la salud, destaca el doctor Bilgic que subraya que "también refuerza la idea de que una dieta sana es esencial para la remisión a largo plazo del acné vulgar".
10 alimentos con omega-3 esenciales para nuestra salud
Aceites vegetales: son conocidos por aportar buenas dosis de omega-3 como el aceite de soja, de maíz o de germen de trigo y sobre todo el aceite de lino.
Aceite de oliva: esencial en la dieta mediterránea. Por cada 100 gramos de nuestro oro líquido, 8,3 son de omega-3.
Semillas: también son conocidas por su aporte de estos ácidos grasos; las de lino y las de chía son las que más contienen.
Pescado azul: tradicionalmente es uno de los productos que los consumidores más asocian a los beneficios de este nutriente. Los boquerones, las sardinas, el atún o el salmón facilitan una dieta equilibrada en omega-3.
Frutos secos: además de aportar valores energéticos saludables, los frutos secos destacan por su alto contenido en omega-3. Las nueces son las que aportan un mayor valor.
Marisco: langostinos, centollos, ostras…, los alimentos provenientes del mar son una gran fuente de omega-3 junto con el pescado azul.
Aguacate: rico en grasas saludables, el aguacate es, además, fuente de Oomega-3, un excelente producto para consumir en tostadas, ensaladas, sándwiches…
Verduras de hoja verde: aunque al omega-3 se le relaciona más con productos de origen animal como el pescado, también está muy presente en verduras de hoja verde como la lechuga, las espinacas o el brócoli.
Crema de cacahuete: no es verdad que las cremas no aportan nutrientes, la de cacahuete cuenta con diez gramos de omega-3 por cada 100 gramos de producto.
Avena: dentro de los cereales, es una de las másricas en omega-3. La avena cada vez está presente en nuestra dieta, ya sea en desayunos incorporada a lácteos como la leche o yogur como añadiéndola en diferentes recetas de ensaladas.