El alcalde de Milán quiere impedir que se fume al aire libre para combatir la contaminación
Plantea también prohibiciones para los hornos de leña en las pizzerías y los fuegos artificiales
Roma - Publicado el - Actualizado
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Las alarmas saltaron tras la publicación de los estudios de la International Council on Clean Transportation, una reconocida entidad estadounidense. Sus investigaciones aseguraban que Italia se encuentra en el noveno puesto en el ranking mundial de muertes prematuras causadas por la exposición a la polución. Los datos más alarmantes señalaban a Milán y Turín, asegurando que en torno al 40% de los fallecimientos prematuros que se produjeron en 2015 a causa de la contaminación en esas dos ciudades estuvo provocado por los gases contaminantes emitidos por los vehículos.
Tras restringir la circulación de forma intermitente desde el 3 de enero para los vehículos diésel anteriores a 2005, incluidos los de transporte de pasajeros y mercancías, el alcalde de Milán Giuseppe Sala ha dado un paso adelante y anunció a los ciudadanos que de aquí a 2030, estará reglamentada la normativa para prohibir fumar al aire libre. Considera que es una más de las medidas que debe adoptar la ciudad para paliar la polución.
A corto plazo se pondrá en práctica impidiendo fumar en las paradas de autobús y en aquellos lugares al aire libre donde se encuentran los ciudadanos esperando algún servicio. La propuesta se llevará en las próximas semanas al pleno del Ayuntamiento.
En otros países del mundo, como Suecia, también está prohibido fumar en los parques, en las mesas exteriores de bares y restaurantes y en paradas de transporte públicos. Lo mismo ocurre en Polonia o Alemania, donde no se puede fumar en las paradas del transporte, e incluso en Estados Unidos, país donde la prohibición se extiende a los parques de Nueva York, y a las playas o calles de California. Para el líder de la Liga en Milán Alessandro Morelli, la propuesta es solo un "arma de distracción masiva".
Italia tiene un límite permitido para la contaminación por partículas finas (PM10) de 50 microgramos por metro cúbico. Algunas áreas de distintas ciudades del país como Roma, Turín o Milán han excedido ese nivel, por encima del cual la calidad del aire se considera un peligro potencial para la salud, durante 10 días consecutivos. Por ese motivo en Roma se ha puesto en práctica de forma inmediata la restricción de vehículos contaminantes.