Altagracia Abreu De la Cruz, hermana de la caridad: “ Debajo de este hábito hay una mujer plena"
Una monja es muchas cosas pero por encima de todo, o por lo menos al mismo nivel de lo demás, es una mujer
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Menuda, con las manos entrelazadas, su hábito crema y su bata con el escudo de Cáritas en el corazón nos recibe Altagracia en la residencia de ancianos donde presta su servicio. Setenta ancianos atendidos por Cáritas Madrid, en una residencia donde su comunidad, las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, prestan acompañamiento espiritual y lo que haga falta, a residentes y sus familias. Acaba de cumplir 25 años de consagrada.
Altagracia Abreu De la Cruz, es de la República Dominicana. Se ordenó con 16 años, cuando empezó a preguntarse “porqué y para qué Dios me había creado”. Debajo de la toca negra su pelo crespo, y su piel morena y un nervio que la mueve casi flotando con energía y paz a partes iguales, mientras que da de comer a una de las abuelas. Una monja es muchas cosas pero por encima de todo, o por lo menos al mismo nivel de lo demás, es una mujer.
Altagracia queremos conocerte un poco más, ¿a qué te dedicas?
Mi congregación tiene en su carisma la opción preferencial por el pobre en diferentes ámbitos. Aquí desempeño la función del pobre, en la residencia de Santa Lucía de Cáritas, presto mi servicio acompañando a los abuelos, en la parte espiritual, animándoles a nivel humano. Mi congregación en otra parte del mundo, en América, se dedica a la enseñanza con los niños. Nuestro fuerte es la educación, de niños y adolescentes, o alfabetización de adultos y también los mayores.
¿Cuándo y por qué decides ordenarte como religiosa?
Estaba a punto de terminar el instituto, primero pienso ¿qué voy a estudiar?. Todo ser humano viene al mundo por una misión, Dios te crea con un objetivo. Me preguntaba dónde iba a ser más plena, pensé que las monjas viven muy felices y tienen un gran amplio campo de trabajo. Empecé a conocer congregaciones, y conocí esta congregación me enamoró, me encandiló. Desde que conocí el carisma y vi las hermanas trabajar me apasionó y decidí entrar. Terminé el instituto y luego la etapa de formación el prepostulantado, postulantado, noviciado de primer año, segundo año, juniorado (son siete años) y después los votos perpetuos. El ser humano es feliz si se realiza en y para lo que Dios le creó. Era lo que yo buscaba. Cuando conocí la congregación me dí cuenta que para esto Dios me creó.
Debajo de la toca lo que hay es una mujer, tenéis voz, tenéis voto, y os preocupan los mismos temas que nos preocupan a las demás, ¿Qué hay debajo de esa toca?
Pues como tú dices hay una mujer, una mujer plena, con todo su ser, con toda su entereza y con todas las necesidades que tiene una mujer. Nosotros tenemos tres votos, el de pobreza, el de castidad y obediencia. La pobreza me lleva a no tener nada mío. Ahora mismo me regalas un coche, yo te lo agradezco, pero es para mi comunidad. El voto de pobreza conlleva ganarte el trabajo con el sudor de tu frente. Trabajo y con lo que yo trabajo se mantienen las obras de las que están en formación, y no trabajan, así como las mayores que no pueden trabajar, y no tienen una pensión. El voto de obediencia es que me debo a mi congregación. Yo estaba en un centro educativo, mi congregación vio que hacía falta aquí y yo acepté muy gustosamente. Y el voto de castidad es el paradigma y el enigma que tiene la sociedad. ¿Cómo una mujer puede vivir sin hombres en esta sociedad tan hipersexual, en un mundo tan explotado, tan genital? El voto de castidad no es solo no tener relaciones, es el amor universal. El yo amar pero sin apegarme a nada, ni a nadie. Una mujer con todas las hormonas, alguna me va faltando por la edad, pero...-se ríe--.
Nosotros tenemos opciones, la opción mía es que toda la energía y la pasión que le voy a dar un hombre que sería pleno, seríamos felices ambos, no se lo quiero dar a un solo hombre, se lo quiero dar a muchos a la vez. ¿Me prostituyo? Nooo, tanto niños, mayores, hembras, varones, dárselo a todo el mundo. Con mi voto de castidad yo les pertenezco a todos.
Algo se queda por el camino.
Que llega un momento, que quizás la vida piensas en los hijos que pudiste tener...yo tengo muchos hijos a los que querer. Quizás un marido que pude tener...yo tengo muchas personas a las que atender a quien darle mi amor. Mi amor no está frustrado. Mi capacidad de amor, de entrega, de hacer feliz no está frustrada al contrario se plenifica universalmente. Con esto no quiero decir que para otras personas ses frustrante, cada uno según su estilo
Yo decidí ser religiosa y abrazar este voto porque yo tengo demasiado amor para dar y con uno no me conformaría en un hogar con tanto amor para dar y para abrazar a tantos.
Si la energía es sinónimo de amor desde luego que tú lo tienes y lo transmites. ¿qué piensas cuando escuchas decir que la Iglesia es machista? ¿lo percibes así?
La Iglesia está dentro de una sociedad que tiene una historia de machismo, hay muchos surcos que labrar para que haya igualdad.
Puesto que conoces la realidad de América latina y la española ¿ves que hay mucha diferencia entre el desarrollo personal de la mujer allí y aquí?
En mi país en República Dominicana hay mucho machismo. Mucha desigualdad social y económica. En un puesto de trabajo un hombre y una mujer, el hombre gana más, aunque la mujer haya tenido más créditos universitarios o más experiencia.
Hace unos años que la mujer ha empezado a insertarse en el mundo laboral, en la política, antiguamente la mujer era para estar en casa, trabajando, cuidando del entorno, cuidando de los hijos, incluso cuidando de algún vecino. Era como la recadera de casa.
Aquí percibo que hay más libertad más facilidad de movimiento, la mujer es más libre. En mi país es más libre para expresarse pero está por debajo del hombre. En mi país todavía siguen sometidas a su marido por los hijos y porque tiene un temor. La ley no es la misma, pero el hombre gana mas fácil la custodia de los hijos, la mujer no tiene ayuda, no tiene apoyo. Se ven obligadas a seguir porque si denuncian pueden perder la vida, no hay seguridad de que se les vaya a respetar.
Hay más violencia de género en Latinoamérica que en España.
Hay mucha violencia física, pero sobre todo emocional, psicológica, a la mujer la educan para ser sumisa a un hombre, no se revela, no se dan cuenta que están recibiendo violencia. Yo he trabajado con mujeres en barrios marginales, era doloroso. Yo les decía, pero ¿no te das cuenta? Y ellas: “no pero el me quiere....”, “no porque yo me casé hasta la muerte”... Sí hasta que él te mate...Yo percibo que no tienen el apoyo que hay aquí, y por lo tanto no pueden tomar decisiones en libertad.
¿Quién es para ti la mujer más importante de tu vida?
María de Nazaret -no se lo piensa-. Una mujer sin maquillaje. Pero no la que pintan en las Iglesias de rodillas y con las manos entrelazadas. Una María que sale al camino, que está en el día a día, que se va al pozo con las demás mujeres a sacar agua. Que se va a la montaña a socorrer a su prima que está embarazada, que se va a visitar a los vecinos, que se rebeló ante un sistema, que fue capaz de sencillamente decir: aunque me apedreen acepto la voluntad de Dios.
¿Que le dirías a esa niña que ahora tiene diez años y que leerá tu carta dentro de otros diez?
Que tenga valía, que crea en ella, que no se lleve de lo que la sociedad le está dando hoy en día, la sociedad te incita a una felicidad en lo físico. Tu felicidad está dentro de ti. No importa la talla que midas, no importa el bolso que cuelgues, lo que importa es como tú se sientas por dentro. Dentro de veinte años no luches por verte bonita, lucha por verte feliz, plena y realizada, tu eres hermosa y no necesitas nada porque eres hermosa de nacimiento, por naturaleza. Eres valiosa. Sé libre, que Dios te creó para ser libre. Porque dentro de veinte años te sentirás plena y realizada.
Escucharla hablar es darse cuenta de lo importante que es mirar más allá. No lo puedo evitar, ya sé que no es nada periodístico, ni mucho menos profesional. “Te puedo dar un abrazo?” Le pregunto. Se levanta me arropa con sus brazos y me dice “Tu Dios en mi corazón, saluda a tu Dios en tu corazón”.